¿Pueden los ebook tener un 4% de IVA?

Por defecto el IVA de un ebook es del 21% pero ¿pueden llegar a tener un 4% como un libro impreso?

Como ya vimos en un artículo anterior, el IVA de los libros difiere tanto por el uso que vaya a hacerse del mismo como por el formato. En este sentido, por un documento impreso apenas habrá que pagar un 4% mientras que por un ebook habrá que desembolsar un 21%. Esta es una de las quejas más repetidas desde la industria que, sin embargo, no es del todo cierta.

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En este punto la pregunta correcta, lo que debemos cuestionarnos ¿todos los ebook llevan un 21% de IVA?  Y la respuesta es cristalina: NO. Existe una fórmula para pagar un 4% por tu ebook y en general por cualquier documento digital, tal y como desvela Mariana Eguaras, otra cosa es que compense hacerlo.

Por qué unos pagan un 21% y otros un 4%

Esta es la clave para entender por qué ebooks podrás pagar un IVA superreducido y por cuáles no y nada tiene que ver con la temática ni el género, por si te lo estabas planteando. En España los libros impresos, revistas y periódicos disfrutan de un IVA superreducido y en las posteriores modificaciones de la Ley de IVA, estos artículos mantuvieron este beneficio destinado en principio a productos de primerísima necesidad -para que te hagas una idea, las compresas no forman parte de esta partida-.

No ocurre lo mismo con el libro electrónico, que no se considera un libro sino un servicio por vía electrónica -algo así como quien compra software o descarga una app- y que por ley y mandato europeo están supeditados al IVA general del 21%. La directiva comunitaria define los define como “aquellos ser“aquellos servicios que consistan en la transmisión enviada inicialmente y recibida en destino por medio de equipos de procesamiento, incluida la compresión numérica y el almacenamiento de datos, y enteramente transmitida, transportada y recibida por cable, radio, sistema óptico u otros medios electrónicos”.

La propia definición deja un hueco a determinados formatos de ebook, que ya no formarían parte de los servicios prestados vía electrónica. Estamos hablando de los que se venden en soporte físico como un CD, DVD o una memoria USB, por poner algunos ejemplos. La diferencia en este punto no está tanto en formato, sino en el soporte y medio de transmisión. En tanto y en cuanto exista un sorporte físico mediante el cual se transmite el libro y no sea mediante descarga, podrá tributar a un IVA del 4%.

Otra cuestión diferente es que a la propia industria o al consumidor le merezcan la pena estos fomatos. Y es que si tenemos un libro de 20 euros de coste base, la diferencia entre el IVA en formato físico y electrónico es de 0,8 céntimos en el primer caso frente a 4,2 euros. ¿Suficiente? No a juzgar por el escaso interés de la industria en los formatos físicos digitales.

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