La retención de IRPF marca el dinero que debes adelantar a Hacienda a cuenta de la declaración de la renta. El Estado es quien marca cómo calcular las retenciones y la empresa se encarga después de hacer la matemática.
El porcentaje a retener se calcula en función del salario y la situación personal, pero hay unos baremos. Además, existe una retención mínima de IRPF para determinados tipos de contratos y situaciones.
Cómo funcionan las retenciones de IRPF
Las retenciones en la nómina son ese dinero que todos los meses se paga a Hacienda a cuenta de lo que después habrá que anponar al hacer la declaración de la renta. La propia Agencia Tributaria es quien establece la forma en la que deben calcularse, aunque después corresponde a la empresa hacer ese cálculo y asegurarse de que es correcto.
La retención de IRPF depende de varios factores, empezando por el salario bruto del empleado y siguiendo por su situación familiar, que incluye desde el estado civil hasta el número de personas a cargo. En este artículo puedes ver un ejemplo práctico de como se realiza el cálculo.
La empresa es la que se encarga de realizar el cálculo, aplicando siempre la retención mínima de IRPF que corresponda. Lo que ocurre es que después el trabajador puede solicitar que se aumente el porcentaje. Eso es lo que hacen muchos españoles para evitar sustos en la declaración de la renta.
La retención mínima de IRPF
La retención mínima en tu nómina es del 2%. Por más que quieras nunca te podrán retener menos de ese porcentaje, que además se limita a contratos temporales, los de duración inferior a un año, contratos en prácticas y convenios con becarios.
Adicionalmente, también se puede incluir en segundos contratos dentro de un ejercicico. Para que lo entiendas mejor, cuando te cambias de empresa tu nueva compañía puede retenerte sólo el 2%. Ten cuidado si lo hace porque ahí pueden empezar muchos de tus futuros problemas fiscales. Y es que para empezar tendrás dos pagadores en la renta, lo que afectará a tu obligación de presentar el IRPF y al tener una retención del 2% es fácil que te toque pagar a Hacienda.
La solución que muchas personas propugnan es pedir a la empresa que te suba las retenciones para no tener que pagar al hacer la renta 2016. Es una opción totalmente válida y una forma de planificarte fiscalmente, pero recuerda que estarás adelantando a Hacienda un dinero al que podrías sacar partido si te organizas bien. Un asesor financiero puede ayudarte en esa tarea.
Otras retenciones en el IRPF
La retención sobre la nómina es la más conocida, pero no lo es la única que practica Hacienda a cuenta del IRPF. De hecho, ha muchas más que se aplican sobre tus ahorros o tus ingresos como freelance.
Éstas son las más habituales
- Retención del 19% sobre tus ahorros. El rendimiento que obtienes de tus inversiones está capado por Hacienda, que se quedará generalmente un 19% de lo que ganes. Eso sí, existen excepciones que te explicamos en este artículo.
- Retención del 15% sobre rendimientos de actividades económicas. Autónomos y profesionales deben aplicar sobre sus facturas una retención del 15%. La excepción la marcan los nuevos autónomos, que podrán rebajar el porcentaje al 7% durante los tres primeros años de actividad. Aquí puedes ver cómo funcionan las retenciones a los autónomos.
- Retención del 35% para consejeros y administradores de empresas con una facturación superior a 100.000 euros que será del 15% si no sobrepasan esa facturación.
- Retención del 15% para la elaboración obras literarias, científicas o artísticas.
- Tener claro cómo funcionan las retenciones de IRPF y el mínimo que te corresponde puede ayudarte a evitar muchos problemas en tu declaración de la renta 2016.
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