Aunque desde Impuestosrenta tratamos de acercar las cuestiones relacionadas con la fiscalidad, lo cierto es que no todo el mundo tiene ni el tiempo ni las ganas necesarias para ocuparse de sus impuestos. Una de las claves de una buena gestión de nuestros recursos pasa por detectar nuestras fortalezas y debilidades y actuar en consecuencia.
No todo el mundo es bueno con los números e incluso quienes lo son suelen alejarse de las cuestiones fiscales. La fiscalidad española tampoco es precisamente fácil de entender ni de gestionar, algo que también puede aplicarse a las normas contables. ¿Qué hacer en esos casos? Nada como acudir a los profesionales y buscar los servicios de un contable para Pymes como los que ofrece Consultalys, en el caso de las empresas, o de un asesor fiscal, tanto para autónomos, particulares como corporaciones.
Aprender a subcontratar y/o externalizar determinados servicios es una lección que a muchos empresarios les cuesta asimilar y, sin embargo, es una de las que más beneficios puede reportar. Tener las cuentas al día y, sobre todo, en la forma adecuada es crucial para evitar después pérdidas de tiempo cuando llega el momento de presentar el Impuesto de Sociedades o de inscribir los libros en el Registro Mercantil. Preparar toda la documentación exige conocimientos técnicos que no todo empresario posee y la solución en estos casos para por contratar un asesor contable, fiscal e incluso laboral, si fuese necesario, para que se ocupe de estas cuestiones.
No hay que perder de vista que lo que en principio puede parecer un gasto será, en realidad, una ganancia. Las ventajas de contar con un asesor fiscal se pueden resumir en:
- Seguridad de que todo estará gestionado en forma y tiempo adecuado
- Ahorro de tiempo que permitirá a la empresa centrarse en sus fortalezas
- Estar acompañado de expertos profesionales
- Un backup con toda nuestra información contable y fiscal
Y vosotros ¿Creéis que compensa tener un asesor fiscal?
¿Algo que añadir? ¡No te cortes!