Así será el IRPF en 2015

Las 125 propuestas de los expertos para la reforma fiscal Que la fiscalidad en España va a cambiar es un hecho y que el IRPF de 2015 será muy diferente al de 2014 es otro. Todavía se desconoce qué rumbo exacto tomará el gobierno, pero tras publicarse el Informe de expertos para la reforma del sistema tributario español por lo menos ya tenemos claro el rumbo general que tomará la reforma fiscal.

Los expertos han planteado 400 cambios generales que cristalizan en 125 propuestas de las cuáles 33 están directamente enfocadas a la declaración de la renta. Vamos a repasar las más significativas y los cambios ya anunciados por el ejecutivo para hacernos una idea más clara sobre cómo será el IRPF en 2015.

Revisión de los tramos de IRPF

Este es, sin duda, el mayor cambio. Los expertos consideran que «el número de tramos de la tarifa progresiva no debería ser superior a cuatro», lo que a efectos prácticos suponer eliminar tres de los tramos existentes.

Además, recalcan la necesidad de rebajar el tipo nominal mínimo, actualmente fijado en el 24,75% y que debería quedar encuadrado en torno al 20%. Lo mismo ocurre con el tipo nominal máximo, que en determinadas comunidades autónomas supera el 50%. Los expertos creen que nunca debería superarse ese umbral y que, en términos generales, el porcentaje debería acercarse más al 45% que al 50%.

Elevación del mínimo exento

Los expertos recomiendan revisar el mínimo familiar exento y desde el Gobierno ya han avanzado que en 2015 quienes obtengan rentas del trabajo inferiores a 12.000 euros no estarán obligados a presentar la declaración de la renta.

Las propuestas del panel de expertos apunta, además a una necesaria actualización del mínimo de exención por cónyuge e hijos, aplicando una cuantía adicional por menores de tres años cuyos padres trabajen fuera del domicilio familiar. También consideran que deberá revisarse el mínimo de exención por dependencia y revisar estos elementos por lo menos cada cuatro años.

Para hacer más transparente todo el proceso impositivo, recomiendan que se envíe al contribuyente sus tipos efectivos de IRPF y el ahorro fiscal derivados de sus mínimos personales y familiares.

Cambios en la vivienda

Son varios los cambios que se proponen en materia de vivienda, pero sin duda el más significativo es la supresión total, con carácter retroactivo, de la deducción por adquisición de vivienda habitual, algo que el Ejecutivo ha descartado que vaya o simplemente pueda llevarse a la práctica.

A este se añade una revisión del actual sistema de asignación de valores de referencia para la vivienda que sea efectiva en todo el territorio nacional que aplique el régimen cómun de IRPF.

Además, los expertos plantean mantener y extender el actual sistema de imputación de rentas a las viviendas en el IRPF para que se aplique también a la vivienda habitual. Conviene recordar que éste sistema lo que hace es imputar una renta en el IRPF por el 0,1% del valor catastral de la vivienda en propiedad que no sea la habitual. Si se toma en consideración la recomendación de los expertos, la vivienda habitual también caería dentro de la misma aunque el porcentaje a aplicar ya no sería del 0,1%, sino algo inferior. La propuesta también incluye una excepción para los contribuyentes de rentas reducidas. Así, se mantendría exento este rendimiento cuando la base imponible del contribuyente y su cónyuge no superen los 20.000 euros y el valor catastral sea de 90.000 euros.

Por otra parte, los rendimientos obtenidos del arrendamiento de la vivienda pasarían a integrarse en la base imponible del ahorro, cuyos cambios abordaremos a continuación.

Las inversiones y el ahorro

Para la inversión y el ahorro se plantean también cambios, comenzando por suprimir el actual sistema progresivo con sus tres tramos para volver a un único gravámen que rondaría el 20% -antes del cambio era del 18%-. Recordemos que en la actualidad las rentas del ahorro tributan al 21% para los primeros 6.000 euros, al 25% para las ganancias entre 6.000 euros y 24.000 euros y al 27% para las que superen esa cuantía.

Además, se plantea la supresión de la exención de 1.500 euros para los dividendos obtenidos durante el ejercicio.

El informe también aboga por suprimir las diferencias temporales a la hora de computar las ganancias y pérdidas patrimoniales de forma que no importe si se generaron a corto y medio plazo.

A través de la propuesta 19 se tratan los planes de pensiones en el IRPF, para los que se expone la necesidad de obligar al contribuyente a su rescate una vez alcanzada la edad de jubilación y a reducir los incentivos fiscales para acercarlos a la media comunitaria.

Otros cambios tributarios

El del IRPF es sólo uno de los cambios que propone el informe, que también aborda la situación del IVA, del IBI o del Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones, entre otros. Estas son, de forma muy resumida, lo que podría acontecer en 2015.

IVA: reformulación de los grupos de IVA, de forma que se mantendría el tipo superreducido en el 4% pero la gran mayoría de los productos situados en el tipo reducido del 10% pasarían al general del 21%. Además, aunque fuera de la propuesta, tampoco se descarta elevar el IVA al 23% para acercarlo a la media europea.
Impuesto de Sociedades: importantes cambios, siendo el más significativo la recomendación de recudir el tipo nominal, que pasaría del actual 30% al 25% y, en una segunda etapa llevarlo al 20%.
Impuesto sobre el Patrimonio: se aboga por su desaparición. Actualmente está prevista su total exención a partir de 2015, aunque también lo estaba para 2014 y se mantuvo en vigor.
Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones: su gestión dejaría de estar en manos de las comunidades autónomas, eliminándose las reducciones por parentesco en la base imponible y sustituyéndose por tipos impositivos específicos. Así, se fijaría un tipo único entre el 4% y el 10%.
Impuesto sobre Actos Jurídicos Documentados: el AJD suprimiría el Impuesto sobre Operaciones Societarias y la cuota gradual así como el supuesto referido a la constitución de préstamos, fianzas, arrendamientos y pensiones.
Impuestos Medioambientales: en el ámbito de los hidrocarburos, se equipararía gasóleo y gasolina. Además se suprimirían las exenciones al carbón y se gravarían más los resíduos industriales.
Impuestos y Tasas sobre Transporte: el actual impuesto de matriculación y circulación se sustituirían por un nuevo tributo unificado cuya gestión correría a cargo del Estado y que, lógicamente, también tendría en cuenta el impacto medioambiental del vehículo.