Poner en marcha una tienda online puede ser más barato que crear una tienda física, pero también tiene sus costes, como todo negocio. Te desvelamos cuáles de los gastos puedes desgravar durante tu actividad.
Crear una tienda online también tiene sus costes, igual que mantener el negocio a flote. Quizás no sean necesarias tantas licencias ni pagar un alquiler al uso, pero esto no quiere decir que sea gratis o que después no existan gastos asociados al negocio. Lo único que ocurre es que la naturaleza de estos gastos es diferente porque también lo es la naturaleza del negocio.
Como ocurre con toda actividad económica, existen unos gastos que después se podrán deducir al hacer la declaración trimestral de IVA y el Impuesto sobre Sociedades. En este sentido, lo primero que debes tener claro es la regla general según la cual sólo podrás desgravar los gastos afectos a la actividad. Dicho de otra forma, son deducibles los costes relacionados con el negocio y que sean necesarios para su mantenimiento.
Por categorías, podríamos establecer la siguiente división.
Gastos de mantenimiento
Entre los gastos para poder mantener el negocio nos encontramos con el hosting o el alojamiento web, la compara de dominios y su mantenimiento o las herramientas de pago que usemos para la plataforma electrónica como woocomerce y cualquier otro similar.
Entre los gastos de mantenimiento no debes olvidarte de los de mensajería si parte de tu negocio consiste en enviar productos a los clientes. Tanto si tienes contratada una empresa que se encargue de la gestión como si la haces tú mismo, es un gasto que puedes incluir.
Gastos de marketing y promoción
En este punto se puede incluir el dinero que hayamos gastado en campañas de Google Adwords, campañas de banners, leads e incluso las campañas en redes sociales, recuerdan en PymesyAutonomos. Todo lo que inviertas para promocionar tu negocio podrás desgravarlo y se reducirá de los beneficios que hayas obtenido como parte de tus costes.
Gastos de personal y servicios
Un negocio online se compone de varios elementos que puedes hacer tú mismo como emprendedor, subcontratar a otra empresa o conratar directamente a una persona.
En cualquiera de los casos, aquí entrarían los dispendios de SEO para posicionarte en buscadores, ya que forma parte tu actividad, el diseño de la página, logo etc… también el desarrollo web y de aplicaciones. Tanto si cuentas con un desarrollador en plantilla como si contratas el servicio a un autónomo, se trata de un gasto directamente relacionado con la actividad, algo que también se puede aplicar a los otros dos campos, así como al community manager en caso de que también lo necesites.
Gastos varios
Además, también hay otra serie de gastos que puedes incluir como tu propia cuota a la Seguridad Social y, por supuesto, las de tus empleados, el alquiler del local en caso de existir, el gasto en telefonía y también en internet, por nombrar algunos.
Por supuesto, los gastos en material de oficina o tecnología asociada al negocio, también serán deducibles. Si necesitas una tablet para comprobar cómo se ve el diseño de la web en ese formato o para poder trabajar, también podrás incluirla, al igual que la cámara de fotos o de vídeo. La clave en este punto es que demuestres que está afecta a la actividad.
Si trabajas desde casa
Si tu hogar es tu oficina, también podrás incluir los costes que de otra forma pertenecerían al local. Luz, agua, internet e incluso el alquiler. Todo se puede desgravar, aunque sólo en la parte proporcional al porcentaje de la vivienda que destines a tu negocio. Para que lo entiendas mejor, si tu casa tiene 100 metros cuadrados y tu despacho 10, podrás deducir un 10% de esos gastos, es decir, la parte proporcional de la vivienda que se dedica a la actividad económica. Aquí te lo explicamos con más detalle.
¿Te ha quedado claro? Si no es así sólo tienes que preguntar y trataremos de contestar a tus dudas.
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