El patent box es la forma de denominar un incentivo fiscal que desde 2007 permite rebajar el Impuesto sobre Sociedades por el dinero destinado a actividades innovadoras cualificadas.
Los incentivos fiscales son una de las fórmulas que todo Gobierno tiene para incentivar determinadas situaciones o actuaciones. En este sentido, la deducción por vivienda no es sino un incentivo fiscal para el sector, sólo que en este caso se dirige al consumidor final y no a la empresa. Otros, sin embargo, están directamente relacionados con las compañías y los impuestos que deben pagar. Es el caso del Patent Box.
Qué es el Patent Box
El Patent Box es cómo se denomina al tratamiento fiscal especial que se otorga a determinados activos intangibles que sirven para fomentar la innovación. En este sentido, se trata de uno de los pocos incentivos fiscales a la inversión que todavía se mantienen, ya que desde 2007 y más tras la última reforma fiscal, se han ido eliminando por su dudosa eficacia.
El Patent Box nace con la directiva europea 2003/49/EC, aunque su aplicación en España se remonta a 2008 tras la aprobación de la Ley 16/2007 que venía a modificar el artículo 23 del Impuesto sobre Sociedades.
De forma muy resumida, el Patent Box permite reducir los costes generados en la creación de conocimiento a través de procesos de I+D a través del Impuesto sobre Sociedades y la transferencia tecnológica. Su objetivo es fomentar la innovación y la creación de valor añadido en las empresas españolas. Dicho de otra forma, cambiar el modelo productivo para dar más peso al sector tecnológico y de alto valor.
Cómo funciona el Patent Box
Desde un punto de vista práctico, el Patent Box sirve para pagar menos en el Impuesto sobre Sociedades cuando se realizan determinado tipo de acciones e inversiones innovadora.
En concreto, permite integrar las rentas procedentes de la cesión de determinados activos intangibles creados por la empresa incluyendo sólo el 40% del importe de la base imponible. Esto quiere decir, estamos ante una reducción del 60% de los ingresos derivados de esta cesión de activos.
Cualquier empresa o empresarios puede beneficiarse del Patent Box y para ello sólo es necesario que tribute en el Impuesto sobre Sociedades -en el IRPF que pagas como autónomo no podrás incluirlo-. En este sentido, la definición del activo intangible, es decir, qué se puede y qué no se puede incluir como elementos que favorecen la I+D, es el principal escollo.
Para eso lo primero que hay que tener en cuenta es que los activos intangibles serán los que procedan de la propiedad industrial y del know-how de la empresa, pero no los que configuren la propiedad intelectual. Esto quiere decir que la empresa debe haber creado los activos. Además, los derechos de uso o explotación deben usarse en el desarrollo de una actividad económica, no como una entrega de bienes o prestación de servicios al uso.
La ley también limita este incentivo fiscal a cesiones entre empresas de distintos grupos de sociedades, para evitar trampas en la cesión entre empresas de una misma corporación con el fin de generar el incentivo fiscal.
No existe límite de años a la aplicación del incentivo sobre un mismo activo y este incentivo podrá aprovecharse independientemente de la fecha de creación del activo intangible. Además, este incentivo es compatible con las deducciones fiscales por I+D tal y como figuran en el artículo 35 del Impuesto de Sociedades.
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