Regalos y promociones son habituales en el sector financiero, aunque han ido cambiando con el paso de los años. Desde las vajillas y juegos de ollas de hace décadas hasta la tecnología en forma de tablets, consolas, televisiones e incluso portátiles. Lo que se lleva hoy en día es algo más mundano: dinero en metálico.
Independientemente del regalo en cuestión, hay una cosa que debes tener clara, todos estos premios y regalos tiene su contrapartida fiscal. En otras palabras, Hacienda va a pedir que rindas cuentas por ellos al hacer la declaración de la renta. Vamos a ver cómo tributan las promociones de bancos y entidades financieras en el IRPF.
Fiscalidad de las promociones en la renta
Como normal general, todas las promociones y regalos de los bancos tributan en la declaración de la renta como rendimiento de capital mobiliario (no, no se trata de una ganancia patrimonial).
Esto se aplica tanto a los regalos en especie como a los regalos en metálico. La diferencia está en que con los regalos en metálico ya conoces el valor fiscal de antemano, mientras que con los regalos en especie es la entidad quien debe decírtelo.
Para que lo entiendas mejor, el banco te dirá cuál es el valor de la vajilla para que puedas incluirlo en la declaración de la renta. De hecho, la banca tradicional también avisará a Hacienda de ese rendimiento e incluso practicará la correspondiente retención a cuenta de IRPF en el caso de los regalos en metálico.
Cuántos impuestos pagas por esos regalos
¿Qué implica que los regalos sean un rendimiento de capital mobiliario a integrar dentro de la base del ahorro? Pues que ese dinero se sumará a las ganancias de otros productos como depósitos, cuentas corrientes o dividendo.
A continuación, los rendimientos de capital se sumarán y compensarán con las ganancias patrimoniales y el resultado tributará según las bases del ahorro, que son las siguientes:
- Ganancias inferiores a 6.000 € – Tributan al 19%
- Ganancias entre 6.000 y 50.000 € – Tributan al 21%
- Ganancias por encima de 50.000 € – Tributan al 23%
Estos tramos del ahorro se aplican de forma progresiva.
Cómo tributan las promociones y regalos más habituales
¿Existen excepciones a la norma general? La realidad es que no, la fiscalidad de los regalos de las cuentas corrientes y los depósitos es la misma que la de las campañas de bonificación por traspasar tu plan de pensiones.
También pagarás los mismos impuestos por los regalos de otras acciones como:
- Los planes amigo y otras acciones con las que recibes un premio o dinero por llevar a un amigo al banco.
- Acciones que te regala el banco por movimientos o por mantener tu cuenta. La diferencia es que aquí después volverás a pagar en la renta cuando vendas esas acciones. El mejor ejemplo es cómo tributan los regalos de la cuenta 123 de Banco Santander.
- Las bonificaciones por el traspaso del plan de pensiones a otra entidad o por abrir un plan de pensiones.
- Regalos en metálico por abrir cuenta o por contratar cualquier producto.
Hay unos pocos regalos y promociones por los que no pagarás impuestos. Son los que se aplican como descuentos en comisiones y otras acciones similares que harán que pagues menos por tener o usar un producto concreto.
En qué casilla de la renta se incluyen las promociones
Cuando la entidad financiera practica la retención del 19% sobre el regalo en cuestión, éste aparecerá dentro de tus datos fiscales y se trasladará a tu declaración de IRPF. En caso contrario, tendrás que ponerlo por tu cuenta.
Los rendimientos de capital mobiliario se incluyen en la casilla 0026 de la renta según el tipo que corresponda. En este sentido, lo más habitual es que el banco los califique como Intereses de cuentas, depósitos y activos financieros en general.
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