Cuántos impuestos pagas al emprender

Emprender no es barato. A los gastos propios de la actividad que desarrolles habrá que sumar una serie de dispendios adicionales sólo por montar tu empresa o establecer las bases sobre la forma legal en la que trabajarás. Los impuestos son uno de ellos. Estos son los que pagarás por emprender como empresa y como autónomo.

Crear una empresa o iniciar un negoicio hoy en día es infinitamnete más sencillo que hace unos años. Los trámites se han aguilizado y los gastos se han reducido, pero eso no quiere decir que emprender sea barato o que esté exento de costes.

Si piensas en crear una empresa o en emprender como autónomo, ve preparando la cartera, porque hay una serie de gastos ineludibles a los que tarde o temprano tendrás que hacer frente. Estos son los costes fiscales y administrativos por emprender tanto en forma societaria como siendo trabajador por cuenta propia.

Impuestos por emprender

Impuestos como sociedad

Crear una empresa es una modalidad de emprendimiento mucho más cara que la del autónomo, por lo menos de inicio. Y es que si elijes una SL en algún momento dado tendrás que dotarla de por lo menos 3.000 euros de capital social -este gasto lo puedes posponer, de forma que sólo indicarás el capital social en las escrituras y después lo irás aportando en función de la marcha del negocio-.

A partir de ahí estos son los impuestos que pagarás por ser empresa y sus particularidades.

El impuesto sobre Sociedades

El Impuesto sobre Sociedades es obligatorio para todas las empresas, aunque el tipo dependerá de sus características y de su facturación. El tipo general en España es del 30%, aunque existe un tipo reducido del 25% para pymes -aquí puedes consultar los tipos del Impuesto sobre Sociedades al completo

Lo que ocurre es que la legislación española está llena de pequeños trucos para reducir ese tipo o limitar los impuestos que se pagan al reinvertir beneficios. Un buen ejemplo es la reducción del tipo hasta el 20% en caso de crear empleo, aunque hay muchos más.

Como recomendación general, si ganas más o prevés ganar más de 40.000 euros con tu actividad, te convendrá ser empresa y no actuar como empresario.

IVA

En realidad el IVA no se paga, sino que se recauda para Hacienda y se devuelve de forma trimestral a la AEAT que, a cambio, permite restar al IVA que has ingreso parte del que pagado por los servicios y bienes que utilizas en la empresa. Es decir, como empresa imputas un IVA a tus clientes y soportas otro en las facturas que pagas. En la declaración trimestral el segundo se restará al primero y tendrás que devolver a Hacienda la diferencia.

El único inconveniente es que sólo algunos gastos del negocio son deducibles. Aquí te contamos cuáles.

IAE o Impuesto de Actividades Económicas

Las empresas están exentas de hacer frente al IAE durante los primeros dos años de actividad, aunque después sí habrá que hacer frente al mismo. La cuantía dependerá de la actividad y del lugar en el que se realice, entre otras cosas.

A estos gastos debes sumar otros como los de registro, notaría,  provisión de fondos... En total, el coste medio para crear una empresa en España no baja de entre 4.000 y 5.000 euros.

Gastos deducibles de IVA e IRPF para los autónomos

Impuestos al emprender como autónomo

Si no quieres las complicaciones crear una empresa puedes emprender como trabajador por cuenta propia, aunque en este caso tampoco te lograrás del pago de impuestos.

Lo primero que debes tener claro es deberás pagar el IVA y el IAE tal y como has visto anteriormente. La principal diferencia es que no tributarás en el Impuesto sobre Sociedades, sino que pagarás IRPF.

Impuesto sobre la Renta

Si tributas como autónomo pagarás IRPF, lo que supone que cuanto más ganes, más porcentaje de tus ingresos se destinarán al pago de impuestos. A diferencia del Impuesto sobre Sociedades, aquí no existe un tipo fijo en función de la empresa, sino una escala de tramos, que es la siguiente:

tramos de la renta con el adelanto de la rebaja

Como puedes ver, las tablas de IRPF son progresivas.

A la hora de hacer tu declaración de la renta deberás incluir tus gastos e ingresos, como si se tratase de un resumen de tu libro de contabilidad y podrás disfrutar de algunas deducciones especiales.

Una de las más importantes es la deducción del 20% durante los dos años siguientes a obtener beneficios siempre que sus ganancias no superen los 100.000 euros netos anuales  o el 50% del total si habían trabajado el año anterior para una empresa, pero hay muchas más que puedes consultar aquí.

Si tu facturación no supera los 1.000 euros en todo el año tampoco estarás obligado a declarar.

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