¿Existe un límite máximo que me puede devolver Hacienda en la declaración de la renta? Esta es una dudas más comunes sobre la renta, especialmente para quienes les gusta planificar su IRPF para pagar lo menos posible o que les devuelvan.
La respuesta es clara, sí que hay una cantidad máxima que te pueden devolver en el IRPF. Ahora te descubrimos cuál es, por qué existe y cómo calcular la tuya.
El máximo a devolver en la renta
La Agencia Tributaria nunca te va a dar más de lo que hayas adelantado. Ese es el límite de la devolución de la renta.
A efectos prácticos, esto quiere decir que el importe a devolver será, como máximo, la suma de las retenciones de IRPF, los ingresos a cuenta de la renta y los pagos fraccionados del IRPF.
A esta cantidad se podrá sumar la deducción por maternidad y las deducciones por familia numerosa o personas con discapacidad a cargo quienes tengan derecho a ellas. Estas son las únicas deducciones que se añaden a lo que previamente te haya retenido Hacienda. Además, también son deducciones sobre las que se puede pedir un abono anticipado. Es decir, son ayudas que puedes cobrarlas al hacer el IRPF o, por el contrario, percibirlas antes.
Por muchas deducciones a las que tengas derecho, nunca cobrarás más de tus retenciones. Estas marcan el límite que te devolverá Hacienda en el IRPF.
Por ejemplo, si te han retenido 1.000 euros en total y tienes derecho a cobrar el máximo de la deducción por vivienda habitual (1.356 euros), solo percibirás 1.000 euros en la devolución de la renta. Lo que sí puedes es trasladar algunas de deducciones no practicadas a ejercicios anteriores.
Cómo se calcula la renta y su devolución
¿Cómo funciona la devolución de la renta? ¿Por qué sale a devolver el IRPF? El esquema básico de la renta es el siguiente: Hacienda suma tus ingresos por un lado (tu base imponible) y después va aplican reducciones y deducciones sobre esos ingresos hasta dar con la base liquidable general, que es la que se someterá a gravamen (sobre la que se aplican los tipos de IIRPF).
Al resultado de la operación se resta el dinero que ya has aportado a través de las retenciones de IRPF. Si el resultado es positivo, tendrás que pagar. Si es negativo, Hacienda te devolverá la diferencia.
En otras palabras, la Agencia Tributaria devuelve dinero porque tú ya lo has adelantado antes. Además, nunca te devolverá más de lo que has adelantado más la suma de la deducción por maternidad, familia numerosa y cuidado de personas con incapacidad.
¿Es bueno o malo que te devuelva Hacienda?
Ver que el resultado de la renta es a devolver siempre supone una alegría, aunque en realidad no tendría por qué ser así.
Que Hacienda te devuelva no es ni bueno ni malo, simplemente quiere decir que te ha retenido más de lo que debía a lo largo del año. Es decir, que has financiado al Estado con tus retenciones de IRPF y todo sin cobrar ningún tipo de interés a cambio.
En este sentido, en teoría sería mejor que la renta saliese a pagar y que hubieses podido disponer de ese dinero a lo largo del camino. Así podrías haberlo rentabilizado con inversiones seguras a corto plazo, por ejemplo.
Al final, las retenciones existen por tres motivos. El primero, como habrás adivinado, es financiar al Estado.
El segundo es que al adelantar el dinero en pequeñas cantidades vía retenciones, tenemos la sensación de que pagamos menos impuestos.
El tercero y último es que, de esta forma, el Estado se asegura que los ciudadanos tiene dinero para hacer frente a la renta o que, por lo menos, han ingresado ya una parte de lo que les tocará pagar.
Un plazo de seis meses para devolver el dinero
¿Cuánto tarda Hacienda en devolver el dinero el dinero de la declaración de la renta? Hacienda dispone de un plazo de seis meses para ingresar la devolución de la renta, aunque esa cifra tiene truco.
Hacienda puede retrasarse y hacer el ingreso más tarde. Si se da el caso, sólo tendrá que incluir los intereses de demora correspondientes. Eso es lo que sucede cuando te paga la devolución más allá del 31 de diciembre del año en el que haces la renta.
¿Algo que añadir? ¡No te cortes!