Habitualmente tendemos a identificar el momento de calcular las retenciones de IRPF con el principio de año, pero esto no tiene por qué se ser así necesariamente. De hecho, las retenciones de IRPF se deben calcular cada vez que se produce un cambio en la situación salarial o en la situación personal del empleado.
Entre los motivos más habituales para calcular las retenciones de IRPF más allá de la revisión que se hace a comienzos de año figuran un cambio de estado civil por matrimonio o divorcio, así como el nacimiento de un hijo y, por supuesto, un cambio laboral. En estos casos habrá que rellenar el Modelo 145 de la AEAT, el mismo que se cumplimenta en enero para actualizar la situación del trabajador.
El Modelo 145, disponible en este enlace, incluye tanto información salarial como personal. En él habrá que consignar el estado civil e hijos y personas mayores a cargo, ya que estos tendrán su incidencia a la hora de calcular las retenciones de IRPF.
Es obligación de la empresa realizar un correcto cálculo de las retenciones a sus empleados, mientras que es obligación de estos últimos el transmitir datos verdaderos y no falsos y comunicar cualquier cambio en sus estado.
Por qué es tan importante la retención de IRPF
De forma resumida, las retenciones de IRPF son un dinero que Hacienda retira todos los meses de la nómina de los trabajadores en previsión de lo que después deberá pagar en la declaración de la renta. En cierta medida, es como si el Gobierno no se fiase de la capacidad de previsión financiera de sus contribuyentes y por eso les quitase mensualmente un dinero para cuando llegue el momento de hacer la declarción de IRPF. Sin embargo, la realidad es que estos adelantos también sirven para financiar al estado.
La propia definición de las rentenciones sirve para hacerse una idea de su importancia, aunque quizás lo mejor sea ver cómo inciden en el resultado de la declaración de la renta. Y es que Hacienda nos devolverá o habremos de pagar en función del dinero que nos haya retenido previamente, ya que ese capital sirve para crear una bolsa. Si el resultado de la declaración supera lo retenido, habrá que pagar, pero si es menor, Hacienda nos devolverá la diferencia.
Como calcular las retenciones de IRPF
En otros artículos ya hemos explicado como calcular las retenciones de IRPF, aunque nunca está de más recordarlo para quienes todavía no lo tengan claro. Para llevar a cabo esta operación se utilizan las tablas de IRPF, que para 2013 y por ahora también para 2014 son las que siguen (pinchar en la imagen para alargar):
La tabla se refiere a la retención que se aplica en cada tramo expresado en un porcentaje que se retira de los ingresos, pero por fortuna los porcentajes de retención no se aplican directamente, sino pasan el filtro de la situación personal del trabajador. En realidad, los porcentajes se aplican sobre la base liquidable, que es el resultado de restar al salario las deducciones previstas por la ley.
El artículo 81 del Reglamento del IRPF, distingue tres tipos de situaciones personales:
Un ejemplo práctico
Como casi siempre, la mejor forma para entender cómo se calculan las retenciones de IRPF es a través de un ejemplo. Tomaremos como punto de partida una persona nacida en 1975, soltero, sin ningún descendiente ni ascendiente a cargo y sin ningún préstamo hipotecario con un sueldo de 30.000 euros con unas cotizaciones a la seguridad social de 1.905 euros. En este caso podremos restar las cotizaciones a la seguridad social y 2.652 por reducción por rendimientos del trabajo, lo que nos deja una base de cotización de 25.443 euros.
A continuación será necesario calcular el mínimo y el máximo personal. En este caso concreto, al no existir prácticamente ningún elemento a tener en cuenta, es decir, familia a cargo, resulta más sencillo. Dadas sus circunstancias, se le aplicará el mínimo general, situado en 5.151 euros anuales.
Después pasaremos a calcular la cuota de retención, para lo que restaremos la cuota obtenida del la Base y el Mínimo personal y familiar.
Según el ejemplo expuesto, la cuota de la retención será:
- Hasta los primeros 17,707 debemos aplicar el 24,75%. El resultado son 4.382,48 euros
- Para la cantidad restante, 7.3645,8, debemos aplicar el 30%: El resultado son 2.293,74 euros.
El resultado de la suma de ambas cantidades nos deja con una cuota base de 6.676,23 euros. Mientras la cuota según el mínimo personal será de 1.529,16, lo que a su arroja la cuota de retención total en los citados 5.400 euros.
Por último, calcularemos el tipo de retención previo y el tipo de retención final. El tipo de retención previo se obtiene multiplicando el resultado por 100 y redondeado. En nuestro caso, la fórmula sería la siguiente:
- (5.154,314 / 30.000) * 100 =17,1810466… Lo que una vez redondeado nos deja con un 18%
Para dar con el tipo de retención final repetiremos el cálculo, sólo que sin aplicar el redondeo ni el importe previo en la deducción del artículo 80 bis, al ser su base superior a los 12.000 euros.
En cualquier caso, para quienes todavía tengan dudas, pueden acceder al programa de ayuda de la AEAT disponible en este enlace. No hay que olvidar que tendremos que calcular las retenciones de IRPF cada enero o cada vez que cambiemos de trabajo. Además, también es recomendable revisar la retención que se aplica de forma mensual en la nómina y, en caso de detectar cualquier elemento extraño o fuera de lugar, contactar con el departamento correspondiente de la empresa para comentarlo.
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