El dinero que ganes con tu salario es solo uno de los elementos que afectan a tu obligación para hacer la declaración de la renta, pero no es el único. Hay otros ingresos que harán que debas presentar el IRPF, independientemente de cuál sea tu salario.
En un artículo anterior vimos cómo afecta la vivienda a tu obligación de declarar en el IRPF y ahora vamos a hacer lo propio con tus inversiones. Y es que, si algo debes tener claro es que tus inversiones también cuentan en la declaración de la renta.
Por un lado, es necesario incluirlas y, por otro, afectan a la obligación de hacer el IRPF.
Cuando incluir tus inversiones en la renta
Como normal general, sólo hay que tributar en el IRPF por el dinero que ingreses. Mientras mantengas tu capital invertido, no tendrás nada que declarar en la renta. A Hacienda le importa bien poco si las acciones que compraste suban o bajen mientras no vendas. Sólo en ese momento tendrás que tributar.
En otras palabras, al hacer la renta tributar por tus beneficio o tus pérdidas reales, no las subidas del mercado. A partir de ahí, Hacienda divide tus inversiones entre rendimientos del capital mobiliario, que serían los depósitos, cuentas de ahorro, algunos seguros de vida o Letras del Tesoro y las ganancias y pérdidas patrimoniales. Éstas son las que aúnan la mayor parte de las inversiones, desde acciones, ETFs, fondos de inversión, venta de tu casa y sí, también las criptomonedas.
Cuando debes hacer la renta por tus inversiones
Estas inversiones también afectan a tu obligación de declarar y lo hacen independientemente de tu salario.
Para que lo entiendas mejor, da igual que no hayas ganado más de los famosos 22.000 euros al año con un solo pagador, si inviertes y se da uno de los siguientes casos, también tendrás que hacer la renta.
Has ganado más de 1.000 euros en bolsa y con tu trabajo
Para que lo entiendas mejor, si has vendido acciones y has obtenido una ganancia es fácil que debas hacer el IRPF. Para eso bastará con que el beneficio obtenido y el resto de rentas del trabajo, capital, actividad económicas y demás ganancias superen los 1.000 euros.
En otras palabras, si tus ganancias son de más de 1.000 euros en su conjunto sumando el salario y los rendimientos de capital mobiliario e inmobiliario, tendrás que declarar.
Has perdido más de 500 euros con tus inversiones
Si has obtenido pérdidas patrimoniales superiores a 500 euros deberás hacer la declaración de la renta.
Has ganado más de 1.600 con tus inversiones
Cuando la suma de los rendimientos de capital mobiliario y tus ganancias patrimoniales supera los 1.600 euros tendrás que hacer la renta. Eso sí, este límite solo aplica a las inversiones que están sujetas a retención.
Por ejemplo, afectaría a las acciones negociadas, pero no a las criptomonedas, que normalmente no incluirán retención de IRPF al generarse la ganancia.
Has ganado más de 1.000 euros en capital y ayudas
Este límite aplica a los rendimientos de Letras del Tesoro y las rentas inmobiliarias imputadas. Además, también se suman las subvenciones para la adquisición de viviendas de protección oficial o de precio tasado y otras ganancias patrimoniales derivadas de ayudas públicas.
A modo de ejemplo, si has recibido una ayuda de alquiler de vivienda tu ayuntamiento, esta se califica como una ganancia patrimonial no sujeta a retención. En este caso, el límite de 1.000 euros que te exime de declarar se hace conjuntamente con las Letras del Tesoro y el resto de ingresos que acabas de ver.
Estos son los supuestos en los que deberás presentar la renta como inversor. Al hacerlo, recuerda que puedes compensar pérdidas con ganancias patrimoniales para así pagar menos impuestos.
En este artículo puedes ver las casillas clave para ahorrar en la la renta.
¿Algo que añadir? ¡No te cortes!