La forma en la que tributan los planes de pensiones ha sufrido un vuelco con la reforma fiscal, que por una lado les ha restado parte de sus ventajas en la declaración de la renta, pero por otro a mejora uno de sus grandes inconvenientes, la liquidez. Os detallamos cómo tributarán los planes de pensiones a partir de 2015.
Si existe un vehículo de ahorro a largo plazo extendido entre los españoles este es el plan de pensiones. El motivo de su proliferación es fácil de entender: la fiscalidad de los planes de pensiones permite desgravar en el IRPF las aportaciones realizadas. La reforma fiscal no cambia este hecho, aunque sí limita los beneficios que se pueden obtener en la declaración de la renta. Por fortuna, no todo son malas noticias para los planes de pensiones a partir de 2015, ya que por fin se pone solución a su mayor inconveniente: la falta de liquidez. Dicho de otra forma, se amplían los momentos y supuestos en los que se podrá rescatar el plan de pensiones.
Lo primero que debemos tener en cuenta a la hora de hablar sobre cómo tributan los planes de pensiones es que su fiscalidad se divide en aportaciones y rescate. En la mayoría de productos financieros sólo hablaríamos de los impuestos a pagar por los beneficios, pero aquí también hablamos del dinero que vamos invirtiendo, porque tiene implicaciones en la renta 2015 y posteriores.
Bajan las deducciones
A diferencia de la fiscalidad de la mayoría de productos, los planes de pensiones permiten desgravar parte del dinero que se invierte en ellos. En realidad se trata de una reducción de la base imponible. Es decir, un porcentaje de las aportaciones reducen el montante total por el que pagamos impuestos y, por lo tanto, el tipo de IRPF al que tributamos.
Hasta la reforma fiscal ésta cantidad variaba en función de la edad del partícipe, pero desde 2015 será única. En total se podrán reducir aportaciones hasta 8.000 euros independiente de la edad o del nivel de rentas. Comparado con los 10.000 euros de deducción máxima para menores de 50 años y los 12.500 para mayores, esto puede parecer un paso atrás. Sin embargo, si tenemos en cuenta que la aportación media no supera los 1.500 euros, el golpe ya es menor.
Además, por cómo está compuesta la reducción, quienes más tienen son también quienes más beneficios reciben.
Las nuevas ventanas de liquidez
Ahora mismo los planes de pensiones son uno de los productos más ilíquidos del mercado. Esto se traduce en que sólo es posible retirar el dinero en una serie de supuestos muy concretos que son los siguientes:
- Jubilación. Este es el caso más habitual y para el que están diseñados los planes.
- Fallecimiento del titular. En este caso serían los herederos quienes lo rescatarían.
- Invalidez o dependencia severa.
- Desempleo de larga duración y enfermedad grave.
- Ejecución hipotecaria de la vivienda habitual. Es decir, se puede rescatar el plan para evitar el desahucio.
Con la legislación vigente sólo en estos casos se podrá recuperar el plan a lo largo de 2014. Sin embargo, los cambios realizados en la reforma fiscal han creado la figura de las ventanas de liquidez. En un lenguaje más compresible, esto quiere decir que se podrá recuperar el dinero de los planes de pensiones una vez estos alcancen los diez años de edad, como ocurre con los PIAS.
La tributación de los planes para quienes elijan rescatarlos antes de tiempo será la misma que en el resto de supuestos, pasando a tributar el dinero como renta del trabajo. Es decir, que pagaremos impuestos como si de nuestro sueldo se tratase.
Imagen – Shutterstock
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