Impuesto al Patrimonio 2010

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Hace solo un par de horas les comentaba yo que el Gobierno había anunciado que solicitaría un esfuerzo adicional a quienes tienen mayores ingresos, pero lo haría en el momento que creyera conveniente, según se había informado ayer. Parece que el momento ha llegado, ya que hace un rato ha trascendido que el Gobierno aprobará en un plazo máximo de dos semanas el nuevo impuesto extraordinario para las personas cuyos ingresos, ahorros, acciones y propiedades que superen el millón de euros.

La urgencia por recaudar es tal que la pretensión del Ejecutivo es que este nuevo impuesto entre en vigor antes de fin de año.
Muchos recordarán el suspendido Impuesto al Patrimonio, y si bien aún no se conoce la denominación que tendrá el Impuesto Extraordinario para las grandes forturnas ha aprobarse, se cree que en la práctica, significará la rehabilitación de aquel tributo.

En 2008 se dictaron una serie de medidas tendientes a alentar la actividad económica, y entre ellas estuvo la bonificación del 100% del Impuesto al Patrimonio. Cabe recordar que en el último ejercicio en el que se declaró, el correspondiente a 2007, este impuesto supuso más de 2.120 millones de euros de recaudación.

El impuesto “suspendido” gravaba la riqueza que poseían las personas con un patrimonio superior a los 120.000 euros, ya excluidas hipotecas, deudas y las cargas de bienes y derechos, y en el cual computaban todos los bienes y derechos, excepto la vivienda habitual y el valor del negocio del que el contribuyente obtenía su ingreso principal en el IRPF.

En 2007 fueron 981.498 los contribuyentes que declararon este impuesto. De ellos, el 90% tenía entre 120.000 y 1,5 millones de euros, aunque el grupo que mayor volumen liquidaba era el que declaraba entre 1,5 y 6 millones de euros, ya que aportaban más de 823 millones pese a suponer menos del 5% de los declarantes.

Pero el impuesto extraordinario supone una actualización importante del límite a partir del cual se paga, ya que según trascendió alcanzará a los patrimonios que superen el millón de euros y está más ligado al Impuesto de Solidaridad sobre la Fortuna (ISF) vigente en Francia, donde ese gobierno recaudó el año pasado alrededor de 3.130 millones de euros.

En el país vecino este impuesto afecta a las personas físicas y a las parejas con un patrimonio, entre rentas y patrimonio, dentro y fuera de Francia, cuyo valor neto supere los 790.000 euros a 1 de enero de 2010 -techo que ha ido subiendo en los últimos años- y está vigente desde 1989. En Francia, el impuesto es progresivo en función del valor del patrimonio y tiene un límite para que el gravamen no exceda el 50% de los réditos anuales, aunque con la actual crisis en Francia están estudiando la posibilidad de eliminar esa barrera.

Por más decidido que esté el gobierno debe buscar apoyo en el parlamento, ya que la creación de un nuevo impuesto requiere de una Ley.

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