La mayoría de la gente asume que los años empiezan en enero y terminan en diciembre. Sin embargo, en el mundo de la contabilidad y los impuestos las cosas no siempre son así. Estados Unidos y su año fiscal son un buen ejemplo. Te explicamos cómo funciona y otros casos similares.
Uno de los errores más habituales es identificar el año fiscal con el año natural. Es decir, un periodo de 12 meses que se extiende desde el 1 de enero hasta el 31 de diciembre de un año concreto. Nada más lejos de la realidad. El mundo contable permite a las empresas y a cualquier organización en general establecer el periodo que desee para cuadrar sus cuentas, siempre que abarque los citados 12 meses.
Definición de año fiscal
Aunque muchos ya tendréis claro en qué consiste un año fiscal, nunca está de más ofrecer una definición más ortodoxa del término. En este sentido, un año o ejercicio fiscal sería un periodo de 12 meses en el que empresas y gobiernos calculan sus cuentas e informes anuales. En la mayoría de los países este periodo suele coincidir con el año natural, pero no tiene por qué ser así.
El año fiscal sirve para determinar el devengo de muchas obligaciones tributarias y contables con el gobierno. Es decir, delimita el tiempo que se computa a efectos contables y fiscales un beneficio o acción.
Pero una cosa es el año fiscal y otra el momento en el que efectivamente pagamos impuestos, especialmente en el caso de la declaración de la renta, que se paga de un año para otro.
En muchos casos el año fiscal de las empresas, del Gobierno y de los ciudadanos ni siquiera coincide. De esta forma, en el caso de los ciudadanos se adapta el ejercicio fiscal a los 12 meses naturales, mientras que se otorga libertad a las empresas y al Gobierno para establecer sus ejercicios de forma que puedan cuadrar mejor gastos e ingresos. En el caso del Ejecutivo esto le permitirá, por ejemplo, comenzar su ejercicio en el momento en que ingresa los impuestos que pagan sus ciudadanos en el IRPF o la mayoría de empresas en el Impuesto Sorbe Sociedades.
El año fiscal en Estados Unidos
En Estados Unidos el año fiscal no coincide con el año natural aunque sí que tiene una duración de 12 meses. En concreto, este comienza el 1 de octubre y finaliza el 30 de septiembre. Sin embargo, este año fiscal es relativamente nuevo, ya que se implementó en 1976.
Anteriormente el año fiscal comenzaba el 1 de julio y terminaba el 30 de junio del año siguiente. El cambio al modelo actual lo introdujo el Acta del Congreso de Presupuesto y Control de 1974 para dar más tiempo al concreto a llegar y cerrar su presupuesto en 1976. Y es que ese año, en el que se implementó el cambio, el Gobierno dispuso de un trimestre adicional para cuadrar sus cuentas. De esta forma, en 1976 el Gobierno dispone de un último trimestre más, el que va de julio a septiembre, para negociar los presupuestos y reorientar el techo de gasto.
En este sentido, el calendario fiscal estadounidense distingue los siguientes trimestres:
- Primer Trimestre. Octubre, Noviembre y Diciembre.
- Segundo Trimestre. Enero, Febrero y Marzo.
- Tercer Trimestre. Abril, Mayo y Junio.
- Cuarto Trimestre. Julio, Agosto y Septiembre
El año fiscal en España
En España, nuestro año fiscal coincide con el año natural. Es decir, que desde el punto de vista impositivo, pagamos impuestos por lo que hacemos enero a diciembre. Eso sí, pagamos los impuestos de un año para otro y en el caso del IRPF, en abril del año próximo. Por eso mismo, en 2014 vivimos la campaña de la renta 2013 y en 2015 pagaremos la renta 2014.
Otra cuestión diferente son las empresas, que tienen libertad para establecer el ejercicio fiscal que mejor se adapte a sus necesidades, algo lógico si tenemos en cuenta a las multinacionales que operan en el país o las nacionales que lo hacen en el extranjero.
El año fiscal en todo el mundo
¿Y en el resto de países? Lo cierto es que cada región establece sus propias normas, aunque hay patrones fácilmente detectables. En este sentido, en Españas y los países latinoamericanos se mantiene la tradición de adaptar el año fiscal al año natural, algo que no hacen los países con influencia anglosajona.
Los siguientes cuadros, que recogemos de Wikipedia, ilustran perfectamente la cuestión.
Y esta es otra visión partiendo del día en que comienza el año fiscal en cada uno de los países:
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Imagen superior – igor.stevanovic en Shutterstock
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