Entre las deducciones actuales de IRPF figuran algunas específicamente destinadas a la inversión en nuevas empresas y empresas de reciente creación. Esta es una de las grandes consecuencias fiscales de la cacareada Ley de Emprendedores, que incluía una bonificación fiscal para los inversores privados que aportasen capital a proyectos empresariales, que es una de las funciones de los Business Angels.
La deducción máxima para los Business Angels será de 10.000 euros, pero para beneficiarse de ella, la inversión deberá cumplir una serie de condiciones. Para empezar, los fondos propios de la empresa no podrán superar los 400.000 euros. A partir de ahí, la la deducción será del 20% de las cantidades aportadas sobre una base máxima de 50.000 euros.
La base de la deducción estará formada por el valor de adquisición de las acciones. Sin embargo, existe una salvedad, ya que el reglamento de la Ley de Emprendedores limita también las cantidades sometidas al gravamen, de las que se excluyen las ganancias patrimoniales derivadas de la transmisión de acciones o participaciones cuando el importe se reinvierta, de una sola vez o sucesivas en otras empresas que también sean consideradas de nueva creación -algo parecido a lo que ocurriría con la fiscalidad de los fondos de inversión-. Esta reinversión debe llevarse a cabo en el plazo de un año desde la venta de las acciones.
En caso de no reinvertir el dinero durante el ejercicio fiscal en el que se produjo la venta, deberá indicar su intención de hacerlo en el plazo de doce meses.
A la deducción general que se aplicará en todo el territorio nacional hay que sumar las deducciones de carácter autonómico para Business Angels que ahora mismo se aplican en ocho regiones y que tienen incidencia sobre la base autonómica del IRPF. Estas comunidades son: Cataluña, Andalucía, Madrid, Galicia, Navarra, Aragón, Baleares y Cantabria.
Por su parte, las empresas deberán emitir una certificación a enero de cada año indicando que cumplen los requisitos para ser consideradas empresas de nueva o reciente creación. Entre ellas, se incluyen las siguientes:
- Estar constituida bajo la forma de Sociedad Anónima, Sociedad de Responsabilidad Limitada, Sociedad Anónima Laboral o Sociedad de Responsabilidad Limitada Laboral.
- Ejercer una actividad económica que cuente con medios personales y materiales necesarios para la misma y que no podrá consistir en la gestión de patrimonio mobiliario o inmobiliario.
- Los fondos propios de la entidad no podrán superar los 400.000 euros al iniciarse el ejercicio fiscal en el que el business angel hace su inversión.
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