La subida del IPC en 2012 no sólo tendrá una incidencia directa en el precio de la mayoría de bienes y servicios. Además se dejará sentir e la declaración de la renta por la no adecuación de la tarifa del impuesto a la evolución de la inflación.
Desde los el colectivo de Técnicos del Ministerio de Hacienda (Gestha) han calculado la incidencia del aumento de la inflación en 2012 en la declaración de la renta. El IPC 2012 cerró en el 2,9% -dato de diciembre-, si bien la media anual fue del 2,4%.
La tarifa del IRPF no está deflactada, es decir, que el impuesto de la renta no actualiza sus tablas en función de la evolución del IPC. A efectos reales, esto hace que los contribuyentes deban pagar más en cada ejercicio fiscal. Según los cálculos de Gestha, no deflactar la tarifa del IRPF supone que cada contribuyente pagará una media de 97,53 euros en su declaración de la renta.
Los técnicos de Hacienda también han calculado este efecto en función de la renta de cada contribuyente. La distribución es la siguiente:
- Rentas de entre 12.000 y 21.000 euros: 52,15 euros
- Rentas de entre 21.000 y 30.000 euros: 114,75 euros
- Rentas de entre 30.000 y 60.000 euros: 222,33 euros
El hecho de no deflactar el IRPF permitirá a Hacienda recaudar cerca de 1.795 millones de euros adicionales. La Agencia Tributaria también se beneficiará de no haber declactado las tarifas ni los mínimos personales y familiares en las tablas de IRPF de 2010 a 2012, lo que le reportará 5.261 millones de euros adicionales. Conviene recordar que el IPC de 2010 cerró en el 3% y el IPC de 2011 lo hizo en el 2,4%.
Para quienes tengan dudas sobre qué es el IPC y cómo funciona, aquí os dejamos un entretenido vídeo que lo explica.
¿Algo que añadir? ¡No te cortes!