Antiguos impuestos en España (I)

La historia de los impuestos es casi tan antigua como la de la misma humanidad.  Desde las primeras sociedades humanas, los impuestos eran aplicados por los soberanos o jefes en forma de tributos, muchos de los cuales eran destinados para asuntos ceremoniales y para las clases dominantes. La defraudación de impuestos teniendo el carácter y destino que se les daba eran poco comunes, debido al control directo que de la recaudación hacían sacerdotes y soberanos.

En el estado español han existido un gran número de impuestos que hoy en día resultarían anacrónicos, pero que se han venido aplicando hasta no hace mucho tiempo, sobre todo en la España rural.  Repasar el significado y la historia de esos tributos nos acerca a la esencia y a las costumbres de los pueblos que han poblado la península ibérica.  Sus nombres pueden resultar curiosos e incluso desconocidos en nuestros días pero nos acercan un poco más a la historia común de los pueblos que han conformado y conforman el estado español.

Abadía

Se trataba de un tributo que se aplicaba en algunas partes de la España rural, y muy especialmente en Galicia.  Gracias a este impuesto, los curas de los pueblos tenían derecho a percibir una parte de los bienes muebles que sus feligreses dejanban al fallecer.  Generalmente consistía en quedarse con una parte de las mejores cosas que el fallecido había dejado, ya fueran joyas, prendas, muebles, o incluso cabezas de ganado.

La alcabala

Este impuesto, aplicado por la Corona de Castilla, en sus incios fue un impuesto local que era administrado por los concejos. Con posterioridad se convirtió en un impuesto universal, aplicado por el rey de Castilla con absoluta arbitrariedad.  La alcabala se cobraba tanto sobre los bienes muebles como sobre los bienes inmuebles.  A pesar de su universalidad, los Reyes Católicos eximieron de su aplicación sobre algunos bienes muebles como los libros, las aves de caza y las mulas.

Almocatracía

Se conoce como almocatracía a un antiguo derecho existente sobre la producción y venta de los tejidos de lana.  La señal de que dicho tributo ya había sido pagado era una señal que se dejaba en los tejidos y en las prendas.

Anclaje

El anclaje era el tributo que se cobraba en los puertos de mar españoles por permitir que los barcos atracasen en ellos.  Este tributo se cobraba a cualquier nave que tuviese que fondear en el puerto, sin importar la causa que le llevaba a puerto.  Daba lo mismo si se trataba de un barco que importaba mercancías como si se trataba de una nave que se había visto obligada a llegar a puerto debido a un terrible temporal.

La avería

La avería era un impuesto que se cobraba en la España de los siglos XVI y XVII y que gravaba el comercio colonial.  Era, básicamente, un tributo que se imponía sobre los mercaderes, las mercaderías y los pasajeros que circulaban y viajaban entre la península y las Indias.  En teoría, los ingresos que generaba la recaudación de este impuesto se destinaban a la financiación de las flotas armadas que protegían las vías marítimas del comercio con las Indias.  Inicialmente la cantidad cobrada era del 2,5% sobre el valor de las mercancías, aunque el porcentaje no dejaría de crecer desde 1587, con el aumento de las amenazas de los piratas ingleses, y en ocasiones se llegó a cobrar el 30%.

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