Hay varias fórmulas para pagar menos impuestos de forma legal. Una de ellas es exprimir al máximo el diferimiento fiscal. Esta herramienta te permitirá multiplicar tus inversiones sin tener que hacer nada más que elegir el producto de inversión adecuado.
Y es que no todos los productos de inversión pagan los mismos impuestos ni lo hacen en el mismo momento. Acertar con los que retrasan al máximo el pago de impuestos puede multiplicar tu rentabilidad y el efecto del interés compuesto.
Qué es el diferimiento fiscal
El diferimiento fiscal es algo tan sencillo como pagar impuestos lo más tarde posible. En otras palabras, aplazar el momento de tributar. No es que no se vaya a rendir cuentas con Hacienda, simplemente se hace en otro ejercicio.
Por qué es importante el diferimiento fiscal
¿Cómo puede ayudarte aplazar los impuestos a ganar más dinero? Desde un punto de vista financiero, si difieres el pago de impuestos, tendrás el dinero en tu bolsillo para acometer otras inversiones u obtener una rentabilidad por él. Por eso mismo a las empresas les interesa tanto retrasar el pago de impuestos.
En el ámbito de la inversión, el diferimiento fiscal hará que tus ahorros crezcan más rápido y puedas aprovechar mejor el poder del interés compuesto. La razón es que cuando pagas impuestos por tus inversiones en la renta, ese dinero deja de generar intereses y sumarse a la capitalización compuesta.
Por eso mismo es importante buscar vehículos de inversión que permitan la optimización fiscal y difieran el pago de impuestos. Ahí es donde entran en liza productos como los fondos de inversión, los PIAS o los planes de pensiones. Eso sí, con estos últimos hay que tener cuidado porque la fiscalidad del rescate del plan puede resultar gravosa y complicada.
Cómo funciona el diferimiento fiscal: un ejemplo concreto
Es más fácil entender la gran ventaja del diferimiento fiscal con un ejemplo concreto. Es decir, qué ocurriría con una persona que invierte en un vehículo optimizado y que aprovecha el diferimiento de impuestos y otro que no lo hace.
Para este caso vamos a suponer que una, Juan Fondista, invierte 10.000 euros en un producto con diferimiento de impuestos como los fondos de inversiones y otra, Pedro Depositario, que no cuenta con la ventaja de aplazar los impuestos, como los depósitos
¿Qué inversor ganará más? ¿El que aprovecha el aplazamiento fiscal con los fondos o el que invierte en acciones? Así es como funciona el diferimiento fiscal en cifras.
Con una rentabilidad de un 10%, al cabo de un año los dos inversores habrán ganado 1.000 euros cada uno. La diferencia es que el Juan Fondista no pasará por la caja de Hacienda, pero Pedro Depositario sí. De esos 1.000 euros de ganancia, Hacienda le reclamará un 19% 0 190 euros en la declaración de la renta, por lo que su ganancia neta será 819 euros.
Suponiendo que los dos inversores optan por reinvertir las ganancias. Pedro Depositario partirá con 10.810 euros el segundo año, mientras que Juan Fondista lo hará con 11.000 euros. El resultado es que, en este segundo año la rentabilidad que obtiene ambos será diferente, porque también lo es su capital de partida. Juan Fondista ganará 1.100 euros y empezará el tercer año con 12.100 euros invertidos. Por su parte, Pedro Depositario obtendrá un beneficio de 1.081 euros, de los que Hacienda reclamará 205,39 euros. Así, empezará el tercer año con apenas 11.685,61 euros, más de 300 euros de diferencia.
El efecto del diferimiento fiscal es todavía mayor a largo plazo. ¿Qué pasa cuando aplazas el pago de impuestos durante 10 años o más? Este es el resultado
Sin diferimiento fiscal | Con diferimiento fiscal | |||||||
Capital acumulado | Rentabilidad bruta | Impuestos | Rentabilidad real (tras impuestos) | Capital acumulado | Rentabilidad bruta | Impuestos | Rentabilidad neta | |
Año 1 | 10.000,00 € | 1.000,00 € | 190,00 € | 810,00 € | 10.000,00 € | 1.000,00 € | – € | 1.000,00 € |
Año 2 | 10.810,00 € | 1.081,00 € | 205,39 € | 875,61 € | 11.000,00 € | 1.100,00 € | – € | 1.100,00 € |
Año 3 | 11.685,61 € | 1.168,56 € | 222,03 € | 946,53 € | 12.100,00 € | 1.210,00 € | – € | 1.210,00 € |
Año 5 | 12.632,14 € | 1.263,21 € | 240,01 € | 1.023,20 € | 13.310,00 € | 1.331,00 € | – € | 1.331,00 € |
Año 10 | 18.646,85 € | 1.864,69 € | 354,29 € | 1.510,40 € | 21.435,89 € | 2.143,59 € | – € | 2.143,59 € |
Año 15 | 27.525,42 € | 2.752,54 € | 522,98 € | 2.229,56 € | 34.522,71 € | 3.452,27 € | – € | 3.452,27 € |
TOTAL | 27.525,42 € | 24.388,87 € | 4.633,89 € | 19.754,98 € | 37.974,98 € | 27.974,98 € | 5.754,75 € | 22.220,24 € |
Como puedes ver, el resultado del diferimiento fiscal al invertir puede marcar la diferencia a largo plazo gracias al interés compuestos. Si a esto le sumas otras herramientas de optimización fiscal como compensar pérdidas y ganancias en el momento adecuado, tus inversiones lo agradecerán.
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