En medio de críticas, advertencias y protestas, el Gobierno colombiano vendió uno de sus mayores activos
A pesar de la polémica desatada por la venta de la participación del Estado en la electrificadora ISAGEN, el Ejecutivo concretó una subasta que tenía como único proponente a la canadiense Brookfield.
- El Gobierno esperaba recaudar $6,5 billones para invertir en infraestructura y la negociación se cerró por $6,4 billones.
Actualizado : 09:56
En las últimas horas el ambiente ha sido tenso en torno a la venta de uno de los mayores activos que está en manos de la Nación en Colombia. Tras un proceso largo y que se ha intentado varias veces desde 2013, hoy se concretó una venta que ha ganado muchos detractores de distintas orillas políticas y sociales.
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Desde hace varios días se han presentado quejas de Entes de Control y distintos partidos políticos ante lo que consideran un detrimento patrimonial y un despropósito; sin embargo, la subasta se realizó y el Gobierno mantuvo firme su decisión, mientras frente a la Bolsa de Valores de Colombia, en Bogotá, se vive una protesta de ciudadanos contra la venta de la electrificadora.
El Gobierno sigue adelante con el proceso y el sobre sellado con la propuesta de la canadiense Brookfield ya fue entregado para ser abierto a las 9:30 de la mañana.
El ex presidente, Álvaro Uribe, uno de los principales opositores a la venta se ha pronunciado desde hace varios días en distintos escenarios y este es uno de los trinos que ha hecho en Twitter en contra de la subasta de Isagen.
Pese a distintos intentos para frenar la subasta en las últimas horas, el Gobierno siguió adelante con el proceso y el sobre sellado con la propuesta de la canadiense Brookfield fue entregado y poco después de las 9 de la mañana se conoció la decisióin definitiva de vender ISAGEN en 6,4 billones.
Todo parece indicar que la transacción se concretará en las próximas horas y habrá que esperar los resultados políticos.
Cabe recordar que esta negociación vendió el 57,6 % de la compañía que estaba en manos del Estado y el Gobierno recibió el dinero que requiere para invertir en vías de Cuarta generación o 4G como son conocidas. En la orilla del Gobierno también existen personas que defienden la transacción, como el partido Cambio Radical o el senador, Roy Barreras, quien ha defendido la venta a través de Twitter así:
Mientras el proceso finalizó, los detractores de la transacción criticaron una subasta con un sólo proponente y aseguraron que la situación fue un atentado contra los intereses de la Nación ya que no existió puja para lograr el mejor precio posible.
En un proceso que se acerca a su final y que ha generado polémica en todo el país, han estado interesadas compañías de China, Chile, Francia y Brasil, pero la única que se mantiene es la canadiense Brookfield, quien ha sido señalada en las últimas horas por procesos que tiene pendientes en Brasil y estados Unidos por supuestos sobornos.
Aunque en las últimas horas varios senadores de diversas corrientes políticas presentaron un recurso jurídico al Consejo de Estado para frenar la venta de ISAGEN, todo parece indicar que la transacción se concretará en las próximas horas y habrá que esperar los resultados políticos para un Gobierno que ha necesitado el apoyo de distintas bancadas para sus proyectos y que puede perder bastante de su capital político con este movimiento que ha defendido como necesario para fortalecer la infraestructura de la Nación.
Esta negociación pone en juego el 57,6 % de la compañía que está en manos del Estado.
Por último, vale la pena recordar las razones que esgrime el Presidente, Juan Manuel Santos, para vender la electrificadora e invertir ese dinero en vías e infraestructura:
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