Uber pide tener en cuenta la experiencia mexicana para regular el servicio en Colombia
Después de las quejas manifestadas por los taxistas colombianos en contra de la plataforma tecnológica, el debate sigue adelante aunque el Gobierno no delimita aún las normas para regular este tipo de servicios.
Las plataformas tecnológicas como Uber, han despertado un sinnúmero de quejas y adeptos en varias partes del mundo. Mientras sus principales opositores, los taxistas, denuncian desventaja frente a este tipo de servicios, existen muchos usuarios que estimulan el uso e incluso el crecimiento de la compañía. En Colombia el debate entre regulación y prohibición se mantiene sin ser resuelto.
Después del paro realizado por el gremio taxista en varias ciudades colombianas, los voceros de Uber han hablado al respecto de la necesidad de regular una nueva categoría que facilite el uso de servicios privados de transporte por medio de plataformas tecnológicas.
De acuerdo con los voceros de la Plataforma, se sienten optimistas y esperan que el Ministerio de Transporte defina la forma en que las plataformas tecnológicas pueden seguir operando. Para las directivas de la compañía en Colombia, el camino a seguir es el ejemplo ya planteado por Ciudad de México, en donde se reguló el usó de Uber.
Según Uber, “Por vía de la innovación y la tecnología se han resuelto muchas falencias del transporte en las capitales colombianas, desde vulnerabilidades de seguridad hasta la transparencia en el cobro.”
Para las directivas de la compañía en Colombia, el camino a seguir es el ejemplo ya planteado por Ciudad de México, en donde se reguló el usó de Uber.
EL EJEMPLO DE MÉXICO
Como resultado del auge de la plataforma de Uber en varias ciudades alrededor del mundo, ya existen casos como el mexicano, en que el Gobierno estableció regulación para permitir que este tipo de plataformas puedan operar y equiparar las condiciones entre taxistas y los nuevos modelos.
En México, en el DF, se logró consenso entre Autoridades y gremios para que la plataforma Uber pueda operar bajo unas reglas claras. Lo primero, en este caso, fue reconocer una categoría diferente: Servicio de transporte privado facilitado.
Una vez reconocida la nueva categoría, se inció diálogo con distintos sectores, tras lo cual salieron los reglamentos que ahora permiten que Uber opere en Ciudad de México y compita contra taxis y servicio público.
Entre las principales regulaciones que ahora hacen parte de las reglas de juego en la capital de México, se reconoció el derecho del ciudadano a decidir cómo y con quién quiere trasladarse en su ciudad.
En seguida, fueron convertidas en norma las garantías de seguridad y eficiencia que ofrece Uber, se registraron oficialmente los conductores de la plataforma ante el organismo de movilidad de la Ciudad de México y por último, fue creado un Fondo de Movilidad, mediante el cual el Gobierno de la Ciudad de México decidió destinar los recursos que pagan las ERT a la movilidad, a peatonalizar la ciudad, a promover alternativas de transporte como la bicicleta y a mejorar la calidad del servicio de los taxis.
En Colombia, el gerente de Uber, Michael Shoemaker, en entrevista con Yamid Amat para el diario El Tiempo, propuso la creación del mismo Fondo mexicano para mejorar el taxismo en el país e insistió que su modelo de negocio no es una empresa de transporte, sino que actúan como intermediarios.
Por ahora, aunque personajes como el vicepresidente Germán Vargas Lleras, pidieron regulación para la Plataforma, no se han tomado decisiones de fondo frente al tema.
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