Chileno gana el Pritzker, el Nobel de Arquitectura
El galardón más importante de la disciplina a nivel mundial fue anunciado hoy en EE.UU.
El profesional de 48 años es el primer chileno y el cuarto latinoamericano en recibirlo.
El arquitecto chileno Alejandro Aravena, de 48 años, se convirtió en el ganador del Premio Pritzker, el llamado Nobel de Arquitectura y más importante de la disciplina a nivel mundial.
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De esta forma se convierte en el galardonado número 41 y en el cuarto latinoamericano en recibir la distinción, después del mexicano Luis Barragán (1980) y los brasileños Oscar Niemeyer (1988) y Paulo Mendes da Rocha (2006).
La ceremonia de entrega será el 4 de abril, en la sede la ONU en Nueva York. El galardón consta de US$100 mil y una medalla.
El premio viene a coronar una carrera que en los últimos años ha brillado en elogios y reconocimientos; y que para el mismo Aravena significa un verdadero espaldarazo a su trabajo, reafirmando el camino que ha elegido seguir: el de una arquitectura que va más allá de las consideraciones habituales de la construcción y de las teorías, para dar soluciones concretas a necesidades sociales.
Desde 2001, junto a su oficina Elemental, Aravena ha logrado un equilibrio entre la construcción de edificios de gran impacto internacional como el Centro de Innovación UC, que en 2014 ganó el Premio Design of the Year que entrega el Mudseo del Diseño de Londres, con su consolidado compromiso cívico, a cargo de varios proyecto de vivienda social a lo largo de todo Chile. El arquitecto este año oficiará además como director de la Bienal de Arquitectura de Venecia, el encuentro más importante de la disciplina, que parte el próximo 28 de mayo.
Ayer, Tom Pritzker, presidente del jurado expresó así las razones para distinguirlo: "El jurado ha seleccionado un arquitecto que profundiza nuestra comprensión de lo que es verdaderamente el gran diseño. Alejandro Aravena ha sido pionero en una práctica de colaboración que produce obras de arquitectura de gran alcance y también aborda desafíos claves del siglo 21. Su obra construida da oportunidades económicas para los menos privilegiados, mitiga los efectos de los desastres naturales, reduce el consumo de energía, y proporciona espacio público acogedor. Innovador e inspirador, muestra cómo la arquitectura en su mejor momento puede mejorar la vida de las personas ".
Entre las obras más destacadas de Aravena y que han sido instaladas dentro de los espacios que tiene la Universidad Católica, su casa de estudios, se cuenta las Torres Siamesas (2005), La Escuela de Medicina (2004), la Escuela de Arquitectura (2004), y la Escuela de Matemáticas (1999), además del Centro de Innovación Anacleto Angelini (2013).
Su último edificio que está pronto a inaugurarse se ubica en Shanghai: una oficina para la famaceútica suiza Norvatis.En paralelo a estos trabajos de corte innovador están los proyectos públicos como el Paseo Metropolitano y el Parque de la Infancia.