Productividad en Chile cae fuerte en los últimos 15 años
La comisión nacional encargada de analizar este tema mostró que en 2016, la productividad global cayó entre -0,5% y -1,0%, arrastrada, de nuevo, por la actividad minera.
"Durante los últimos 15 años la productividad se desaceleró en Chile", fue lo primero que informó Joseph Ramos, presidente de la Comisión Nacional de Productividad, al presentar este jueves primer Informe Anual en esta materia.
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El economista explicó que "según nuestra medición, en los años 90 la productividad contribuyó con 2,3 puntos porcentuales de crecimiento por año mientras que, a partir de 2000, dicha contribución se ha reducido a 0,1 puntos porcentuales".
En cuanto al año 2016, se estima que la productividad global cayó entre -0,5% y -1,0%.
"Destaca el hecho que, si se hubiese mantenido el ritmo de crecimiento de la productividad de los años 90, hoy los chilenos tendríamos un nivel de vida más de un tercio mayor", señaló.
IMPORTANCIA DE LA MINERÍA
El factor central en esta desaceleración, explicó Ramos, "es la caída en la productividad minera, provocada en buena parte por el deterioro en la ley del mineral".
Sin embargo, destacó que la productividad en los sectores no mineros también desacelera, "aunque en mucho menor medida, de 2,3% al año en los 90 a 1,4% en los 2000".
Otras hipótesis de esta desaceleración apuntan a que "las reformas liberalizadoras de los 90, que generaron importantes espacios de incrementos de productividad, estarían entrando en rendimientos decrecientes, ya habiendo rendido el grueso de sus frutos".
Por otra parte, "nuestra concentrada base productiva en pocos recursos naturales sería insuficiente para sustentar un continuado dinamismo de las exportaciones, con las mayores oportunidades de innovación y mejoras en productividad asociadas a ellas".
Y por último, "se observa una desaceleración, aunque menos brusca, en los países en la frontera tecnológica, los de la OCDE".
En cuanto al año 2016, se estima que la productividad global cayó entre -0,5% y -1,0%, arrastrada, de nuevo, por la caída de la productividad minera y por una menor utilización de la capacidad productiva por una débil demanda no plenamente capturada por nuestros índices de ajuste cíclico. En cambio, se estima que la productividad no minera creció entre 0,3% y 0,9% en el 2016.