Fin al reemplazo en huelga aparece como factor más complejo de Reforma Laboral según empresas

La encuesta arrojó cuatro ejes principales de preocupación: la eliminación del reemplazo en huelga, que abarcó el 41% de las menciones, la negociación por obra (22%), la titularidad sindical (21%) y el piso de la negociación colectiva (16%).

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Bolsamania | 18 may, 2015

El término del reemplazo en huelga, la negociación por obra y la titularidad sindical son los aspectos de la reforma laboral actualmente en trámite que más preocupación generan entre las empresas, de acuerdo a una encuesta levantada por la CCS a nivel nacional.

La encuesta, aplicada a 191 empresas de distintos tamaños, sectores y regiones, arrojó cuatro ejes principales de preocupación: la eliminación del reemplazo en huelga, que abarcó el 41% de las menciones, la negociación por obra (22%), la titularidad sindical (21%) y el piso de la negociación colectiva (16%).

El fin del reemplazo en huelga surge como una amenaza de continuidad operativa y competitiva mientras se extiende el proceso de negociación, involucrando a terceros incumbentes, tales como clientes, proveedores, acreedores, Gobierno y sociedad en general. La amenaza para la empresa radica en que el conflicto interno se transmite a los denominados stakeholders en la forma de interrupción de suministro o ventas, de pagos y de adquisiciones, comprometiendo la confiabilidad y reputación de la empresa afectada.

Los resultados muestran además que la amenaza del no reemplazo en huelga tiene directa relación con el tamaño de la empresa, lo que parece ser coherente con la capacidad para que sean afectadas las partes interesadas. A mayor tamaño, mayor envergadura de dichas partes, mayor el perjuicio reputacional, desincentivando la contratación de personal y fomentando el abastecimiento externo. El reemplazo en huelga es mencionado por el 44% de las grandes empresas como el factor potencialmente más dañino, en tanto que en las medianas empresas este porcentaje desciende a 41,5% y en las pequeñas, 34,1%.

La información agrupada a nivel de sectores da cuenta también de diferencias importantes. El sector transporte atribuye al no reemplazo en huelga el mayor impacto negativo. La amenaza de ver interrumpidos los servicios de transporte, su oportunidad e inmediatez, tiene importantes efectos en cadena sobre prácticamente todas las demás actividades conexas, tales como comercio, construcción, industria y agricultura.

Para la industria, servicios y recursos naturales el reemplazo en huelga también aparece como prioritario, mientras que la construcción muestra mayor sensibilidad por las negociaciones por obra y el comercio destaca también la titularidad sindical.

Consistentemente con estos resultados, los sectores que manifiestan mayores correcciones en su política de contrataciones con motivo de la reforma laboral son precisamente transporte e industria, lo que puede ser asociado a sus mayores riesgos reputaciones antes mencionados. Los servicios, recursos naturales y construcción también dan cuenta de una situación de alto impacto laboral, pero básicamente por la vía de menores planes de contratación.

NEGOCIACIÓN POR OBRA Y TITULARIDAD SINDICAL

La negociación por obra fue el segundo aspecto considerado más perjudicial para las empresas, abarcando el 22% de las menciones. En este caso, se observan importantes diferencias al ser evaluado según sector económico, ya que no aparece como preocupación relevante en transporte, pero sí en construcción, en que representa el 55% de las menciones, seguido del comercio, con un 28%.

La complejidad para las empresas ligadas al sector construcción radica en que el proyecto estipula que las negociaciones podrán iniciarse no antes de 50 días ni después de 40 días desde el período de temporada o fecha de inicio de la obra o faena transitoria, dejando un amplio campo de incertidumbre en aquellas actividades en que los equipos de trabajo no se terminan de formar, sino hasta después en los plazos estipulados.

Las preocupaciones por este factor en el sector construcción se relaciona también con la posibilidad que se abre hacia el modelo de negociación por rama, ya que el sindicato podrá presentar el proyecto de convenio colectivo a una o más empresas, fomentando una lógica de negociaciones con convenios estandarizados que contengan tarifas intersectoriales altamente dañinas para las pequeñas organizaciones o firmas.

La Titularidad Sindical es el tercer aspecto considerado más dañino para el desarrollo de la empresa, al abarcar el 21% del total de respuestas totales, pero un 37% en las pequeñas empresas, superando la injerencia del no reemplazo en huelga (34%). En las grandes empresas y también en las medianas, la titularidad sindical aparece con menor grado de impacto, abarcando alrededor del 16% de las menciones.

A nivel de sectores, este aspecto tiene una mayor gravedad en el comercio, englobando el 38% de las menciones, en tanto que en el resto de los rubros este porcentaje es algo menor, fluctuando entre un 10 y un 15 por ciento.

La titularidad sindical dispone, entre otras materias, que los únicos autorizados a negociar de manera reglada son los sindicatos, agrega la posibilidad de armar grupos negociadores entre trabajadores no sindicalizados, y condiciona el traspaso de los beneficios de la negociación a los trabajadores no sindicalizados.

También se le entrega titularidad sindical al sindicato inter empresa, con el propósito de homologar las condiciones a la titularidad de la que goza en sindicato en el ámbito de la empresa.

El establecimiento del Piso de la Negociación es el cuarto y último aspecto más citado por las empresas como elemento negativo de la Reforma, englobando el 16% del total de menciones, pero siendo algo más elevada en las grandes empresas (20%). En estas últimas, el mayor grado de preocupación puede deberse a que, por lo general, las condiciones laborales de sus trabajadores son mejores que las del resto de las empresas, con mayores remuneraciones y beneficios extraordinarios.

A nivel de sectores, este aspecto tiene mayor relevancia en transportes y recursos naturales, lo que puede ser explicado por la mayor volatilidad intrínseca de estos rubros, muchas veces vinculados a mercados externos y términos de intercambio.

La reforma plantea que la respuesta del empleador en el proceso de negociación deberá contener a lo menos el piso de la negociación anterior, salvo en aquello referido a la reajustabilidad, los incrementos reales pactados, y aquellos pactos referidos a condiciones especiales de trabajo. Sólo se podrá rebajar el piso de la negociación cuando las condiciones económicas de la empresa así lo justifiquen.

La fijación del piso de negociación en las condiciones que plantea la reforma introduce importantes rigideces sobre la estructura de costos de la firma, que hacen caso omiso de los cambios tecnológicos, competitivos y estructurales que pudieran afectar los mercados.

IMPACTO EN EL EMPLEO

Consultadas sobre los efectos potenciales de la reforma en los planes de contratación, un 14% prevé una detención de las contrataciones, un 13% haría contrataciones por reemplazo de trabajadores que dejan la empresa y un 10% realizaría recortes en sus planes de contratación.

En definitiva, los resultados del sondeo realizado entre empresas respecto de su aproximación al contenido de la reforma laboral, va en la línea de mostrar importantes preocupaciones relacionadas principalmente con el fin del reemplazo en huelga y la negociación por obra. Hay matices relevantes entre sectores y tamaños de empresas que no pueden ser obviados, por las diferentes escalas de impacto en el potencial para crear empleos.

Las grandes empresas se ven más seriamente amenazadas por la vulnerabilidad y daño reputacional que plantea el no reemplazo en huelga con toda su red de terceros incumbentes, particularmente los clientes. Las pequeñas empresas ven mayores grados de daño en la titularidad sindical, por la amenaza competitiva que significa quedar expuesto a fijaciones salariales intersectoriales. Los sectores transporte e industria indican mayores grados de daño provenientes del no reemplazo a huelga, básicamente por las condiciones estructurales de su oferta: inmediatez e interdependencia con clientes y proveedores.

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