Según AXA IM, "la aparición de un foco de contagio en Italia cambia la dimensión del problema"
Por si el coronavirus surgido en China no había desatado la preocupación a nivel global, la aparición de un foco de contagio en Italia ha terminado de activar las alarmas. El mercado ve cómo la crisis puede impactar más que nunca en el Viejo Continente. Esto "cambia la dimensión del problema", afirman en AXA IM, que señala al aumento del volumen de compra de bonos como una de las opciones más claras que tiene el Banco Central Europeo (BCE) para hacer frente a la crisis del coronavirus.
"Incluso antes de que estallara la crisis en Italia, estábamos convencidos de que el BCE ya empezaba a comprometerse con la preparación de planes de emergencia", dice el economista jefe de AXA IM, Gilles Moëc, que define como "interesantes" las palabras del vicepresidente del organismo, Luis de Guindos, en su último discurso, en el que recalcó que el BCE está preparado para actuar siempre que sea necesario, independientemente de la revisión estratégica.
Pero, ¿qué alternativas tiene en su mano la autoridad monetaria para actuar ante el coronavirus? Para Moëc, una de las opciones más claras, en el hipotético caso de que tuviera que actuar, sería "elevar el volumen de compra de bonos corporativos", en lugar de la compra de deuda soberana. La opción de incrementar el peso de la compra de bonos corporativos "es menos problemática desde un punto de vista técnico y político".
"El único escenario en el que BCE entraría rápidamente a comprar bonos soberanos sería si los spreads empiezan a crecer en algunos países e Italia es un candidato obvio para eso: más allá del coste económico de la epidemia, esta crisis del COVID-19 puede ser usada por la oposición contra la ya de por sí frágil coalición de Gobierno. Esto es consistente con un incremento de la prima de riesgo, si bien creemos que la mera mención a la posibilidad de que el BCE pudiera actuar ya permitiría contener la evolución de los spreads. Sin embargo, esta es una situación extrema y creemos que no estamos en ese caso todavía".
Incrementar el peso de la compra de bonos corporativos, lo menos problemático desde un punto de vista técnico y político
Hay que tener en cuenta que el BCE no puede comprar más del 33% de la deuda elegible de un emisor soberano, mientras que en el caso de los bonos corporativos el límite es del 70%, detalla Moëc, quien resalta además que el universo elegible se ha ampliado significativamente. "Estimamos que en lo que va de 2020 el volumen neto de emisión por parte de entidades no financieras es de unos 45.000 o 50.000 millones de euros, de los que probablemente dos tercios son elegibles", explica.
No obstante, en AXA IM consideran que, "dado lo sensible que es políticamente la compra de bonos soberanos y el poco margen de maniobra del BCE", la entidad "estudiará otras opciones antes que apoyarse en esa parte de la expansión cuantitativa". Aunque opinan que "otra ronda de TLTRO probablemente sería inútil", ya que las instituciones bancarias "tendrían dificultades incluso para encontrar suficiente demanda para cumplir con las condiciones del programa". Por su parte, "un recorte adicional en la tasa de depósitos tendría un efecto debilitador en el euro frente al dólar, lo que provocaría un estrés adicional en la ya tensa relación comercial entre EEUU y la Unión Europea (UE)".
Hasta ahora, el efecto económico del coronavirus ha sido de un shock en el suministro de productos. Pero el impacto de la enfermedad en Italia ha abierto un nuevo escenario en el que "los efectos por el lado de la demanda aparecerán en la próxima remesa de datos de actividad", a no ser que haya una rápida resolución de la epidemia. Las ciudades en las que se han detectado los focos, Lombardía, Véneto y Emilia-Romagna, representan por sí solas el 40% del PIB en Italia y el 6% del PIB total de la eurozona.
Por ello, al economista le parecen "cada vez más cuestionables" los consensos previos al estallido del brote de que comienza a aparecer "una fuerte recuperación económica en forma de V". Más aún cuando "empiezan a acumularse datos que evidencian un comienzo de 2020 débil en EEUU", concluye Moëc.