El Arzobispado de Tarragona investigó al párroco de Constantí por presuntos abusos
El cura pide "ausentarse un tiempo" de la parroquia
TARRAGONA, 5 (EUROPA PRESS)
El Arzobispado de Tarragona investigó al actual párroco de la iglesia de Sant Feliu de Constantí y a otro clérigo tras ser denunciados por "presuntos tocamientos a menores con finalidad libidinosa", ha informado el Arzobispado este martes en un comunicado.
El parroco de Constantí, Francesc Xavier Morell, fue apartado durante dos años por el Arzobispado tarraconense, ha informado la emisora Catalunya Ràdio.
En el comunicado, el Arzobispado ha explicado que en junio de 2015 y en noviembre de 2016 fueron denunciados dos clérigos por presuntos tocamientos --Morell y otro del que no se ha revelado la identidad--.
En el caso de Morell, había sido citado a declarar en 2010 en una investigación civil por "un caso de pedopornografía", que fue sobreseído por el juez, y el Arzobispado remarca que hasta la reforma de 2010 de la legislación canónica sobre abusos no constituía un 'delictium gravius'.
En ambos casos se ordenó una investigación previa de los hechos y se informó del resultado a la Congregación para la Doctrina de la Fe, que ordenó en el caso de Morell el archivo 'pro nunc' de la causa por falta de elementos con particular vigilancia por un tiempo prudencial, y en el otro se adoptaron medidas disciplinarias proporcionadas a los hechos probados.
En otro comunicado, Morell ha afirmado que, de acuerdo con el arzobispo de Tarragona, ha decidido "pedir ausentarse un tiempo" en las parroquias, pese a que los hechos ocurridos no impiden ejercer el ministerio.
Morell había sido nombrado en septiembre de 2018 rector de las parroquias de Sant Feliu Màrtir de Constantí y Sant Sebastià de La Canonja.
PERDÓN A LAS VÍCTIMAS
El Arzobispado de Tarragona ha condenado todo abuso sexual, de poder y de conciencia, "especialmente cuando haya sido cometido por un clérigo contra un menor", y ha invitado a denunciar ante la comisión encabezada por el promotor de justicia de la institución.
Ha pedido perdón principalmente a las víctimas de estos abusos, y ha mostrado su compromiso de reparar según justicia los daños espirituales y morales causados e implementar aquellas medidas necesarias para que los espacios eclesiásticos sean lugares absolutamente seguros para la infancia y la juventud.
Ha mostrado su disponibilidad a continuar investigando los hechos denunciados y a colaborar con la justicia para aclararlos, porque pueden lesionar gravemente la persona, la convivencia social y particularmente la comunidad eclesiástica.