BARCELONA, 28 (EUROPA PRESS)
La Policía Nacional ha desarticulado una red que presuntamente comerciaba con obras de arte expoliadas en Libia que servían para financiar el terrorismo yihadista con la detención de dos personas en Barcelona.
En un comunicado, la Policía ha explicado que la operación es la primera del mundo que se desarrolla contra el robo de arte en territorios asediados por grupos terroristas.
Los detenidos en Barcelona son O.C.P. y J.B.P., dos hombres de 31 años y nacionalidad española, a los que atribuyen un presunto delito de financiación del terrorismo, pertenencia a organización criminal, receptación, contrabando y falsificación documental.
Los detenidos formaban parte de una red con base en Cataluña y ramificaciones internacionales que se dedicaba a la adquisición y venta de obras de valor histórico-arqueológico procedente de yacimientos.
La Policía ha practicado cinco registros: tres en Barcelona y dos en Argentona (Barcelona), donde descubrieron el taller de reparación de las piezas, la nave en la que se almacenaban y la galería de arte donde muchas eran expuestas para su venta al público.
En el operativo se han intervenido obras de arte de origen cirenaico --región situada al norte de Libia-- y de la zona tripolitana --cercana a la capital--, siete mosaicos, sarcófagos y piezas de origen egipcio, y material informático.
RED DE PROVEEDORES
Desde finales de 2014, el principal detenido y experto en arte antiguo había tejido una red de proveedores por todo el mundo que le permitía el acceso a piezas arqueológicas de diversas civilizaciones.
Se lo considera un experto en arte antiguo que había concedido entrevistas a medios de comunicación por su reputación, y había participado en foros académicos en los que se abordaba la destrucción de patrimonio histórico por parte de Estado Islámico.
En octubre de 2016 se le detectaron irregularidades en los expedientes de importación de obras adquiridas con anterioridad, lo que puso en alerta a los investigadores, y vieron cómo usaban intermediarios extranjeros para buscar las piezas y dificultar su trazabilidad.
Por ejemplo, algunas piezas que figuraban importadas desde Asia u Oriente Medio pertenecerían en realidad a la región libia de Cirenaica, que cuenta con importantes yacimientos grecorromanos, una zona bajo control de Daesh de 2011 a 2016.
En otras las facturas eran falsas y figuraban haber sido adquiridas en países cuyas leyes impiden la salida de piezas arqueológicas del país.
Además, en ocasiones hacían pasar a los objetos por elementos de decoración con un valor muy inferior al real con el fin de despistar a las autoridades españolas.
La investigación se ha desarrollado bajo la supervisión del Juzgado Central de Instrucción 6 y la coordinación de la Fiscalía de la Audiencia Nacional, así como con el apoyo de la Fiscalía General de Libia y la Embajada de Libia en España.