UBS elevó su precio objetivo del oro a 3.000 dólares la onza durante los próximos 12 meses, ya que el lingote alcanzó el pronóstico mantenido durante mucho tiempo por el Banco de 2.850 dólares la onza, mientras que la fortaleza generalizada, liderada por los metales preciosos y la agricultura, ha impulsado un índice de materias primas clave a un máximo de 26 meses.
“La fiebre mundial del oro continúa, y el metal amarillo ha vuelto a eclipsar a otras clases de activos en lo que va de año, ya que las crecientes tensiones comerciales y las crecientes incertidumbres geopolíticas atraen a los inversores hacia el oro como diversificador de cartera”, dijeron los analistas de UBS.
El Banco cree que "mantener alrededor del 5% en una cartera equilibrada en dólares es óptimo desde el punto de vista de la diversificación a largo plazo".
El aumento del objetivo se produce cuando la demanda de oro alcanzó un récord de 4.974 toneladas métricas en 2024, según el Consejo Mundial del Oro , que también indicó que las compras netas de los bancos centrales superaron las 1.000 toneladas métricas por tercer año consecutivo.
El oro y la plata ( XAGUSD:CUR ) han atraído la mayor parte de la atención a medida que continúan subiendo, ya que los inversores buscan protección, dijo Ole Hansen, director de materias primas de Saxo Bank.
"Los factores clave detrás de nuestra visión alcista a largo plazo sobre las materias primas incluyen la desglobalización, la defensa, la descarbonización, la desdolarización y la demografía", señaló Hansen.
"Queda por ver si estas fuertes ganancias se pueden mantener en el corto plazo, pero en general, creemos que la dirección a lo largo del tiempo sigue siendo al alza".
Mientras tanto, la atención actual sobre los aranceles y su potencial impacto negativo sobre el crecimiento global ha estado afectando principalmente a los sectores de energía y metales industriales.
Sin embargo, en este último caso se observa una divergencia entre la fortaleza del cobre y el aluminio —dos metales de transición energética— y la debilidad del zinc y el níquel, dos metales utilizados para galvanizar el hierro y el acero y para la producción de acero inoxidable, añadió Hansen.