Temor por la plaga de ratas este verano

Europa Press

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Capitalbolsa | 03 jun, 2021

La COVID-19 ha disparado la aparición de plagas de animales transmisores de enfermedades. Las temperaturas y las lluvias escasas e irregulares de esta primavera hacen prever la llegada, como cada año, de las habituales plagas de mosquitos y mosca negra, así como de cucarachas. Pero la plaga que más preocupa, debido al confinamiento y las restricciones por la COVID-19, es la de los roedores, especialmente de las ratas

La menor presencia de las personas en el exterior durante meses ha provocado que este año se hayan visto más ratas, más grandes y también más agresivas, que en años anteriores. Además, desde ADEPAP se hace hincapié en que se trata, en la mayoría de los casos (mosquitos y roedores, especialmente) de especies transmisoras de virus y enfermedades. Desde la Asociación de profesionales de la desinfección y control de plagas de Cataluña, ADEPAP, coincidiendo con el Día Mundial del Control de Plagas (6 de junio) se recomienda tomar medidas preventivas y confiar en empresas profesionales especializadas para combatir las plagas y para hacer las desinfecciones, actuaciones altamente necesarias y relacionadas entre ellas, especialmente en tiempos de pandemia, para garantizar la seguridad y la salud ambiental en ámbitos tan críticos como los servicios sanitarios y alimentarios.

La prevención es una de las medidas más importantes para controlar las plagas. El presidente de la asociación, Quim Sendra, recuerda también que “debe tenerse en cuenta que animales como las ratas o los mosquitos son transmisores de enfermedades”. “Las empresas de control de plagas y desinfección realizamos un servicio fundamental y necesario en el cuidado de la salud ambiental y, consecuentemente, para la calidad de vida de las personas”. Sin embargo, “los profesionales especializados del sector no siempre somos reconocidos como servicio esencial, como lo demuestra el hecho de que, a pesar de haberlo pedido reiteradamente y estar en contacto constante con virus y bacterias, no hemos entrado en la priorización de vacunación para parte de las administraciones públicas”.

Las plagas de ratas, las que más preocupan

A diferencia de años anteriores, este verano preocupa de manera especial la aparición de plagas de roedores, especialmente de ratas, que debido a la pandemia -confinamientos y restricciones- han visto favorecida su proliferación y se han vuelto más atrevidas. En menor medida también se ha detectado esta actitud más activa en los ratones de bosque. Las plagas de chinches de cama, en cambio, afectarán en menor medida por la limitación del turismo y de los intercambios internacionales.

En los últimos años ya se había constatado un incremento de incidencias por roedores. Concretamente, se detectaba un incremento sostenido de incidencias con la rata gris (Rattus norvegicus) y de rata negra (Rattus rattus) en los entornos urbanos, en que habitualmente no existía tanta presencia de esta especie. El aumento de las restricciones de uso de algunos productos biocidas, sumado a la gran capacidad de adaptación de estos organismos y a las resistencias que van apareciendo respecto a algunas materias activas, implica que cada vez sea más complejo mantener las poblaciones de estas especies bajo los umbrales de tolerancia establecidos. A todo ello, este año se ha sumado un confinamiento y también restricciones de movilidad durante un largo periodo de tiempo que ha provocado más presencia de ratas en las calles. Éstas, además, se han vuelto más atrevidas y agresivas en busca de alimento.

ADEPAP remarca que las plagas de ratas, que solo pueden tratar las empresas y los profesionales especializados, son muy dañinas para la salud ambiental, ya que se trata de una especie que puede transmitir enfermedades zoonóticas, es decir que se transmiten de animal a persona y viceversa. “El coronavirus parece que se transmitió a los humanos por el consumo alimentario de murciélagos”, explica el presidente de ADEPAP, Quim Sendra. “Es obvio que aquí no comemos ni murciélagos ni ratas y también que las mordeduras de estos animales son muy extrañas y no hay evidencia de que éstas sean vías de transmisión de ciertos virus, pero una buena salud ambiental, especialmente en ámbitos muy concretos como el sanitario o el alimentario, pasan por combinar la prevención y el control de plagas con desinfecciones profesionales especializadas”.

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