¿Dónde la corrupción es escandalosa?

Transparencia Internacional ha publicado su Índice de percepción de la corrupción 2020, que mide los niveles de corrupción percibida en el sector público en 180 países y territorios de todo el mundo. El índice los califica en una escala de cero (muy corrupto) a 100 (limpio) con un puntaje promedio de solo 43 de 100. Dos tercios de los países obtuvieron menos de 50.

Como Statista detalla a continuación, la investigación encontró que la corrupción estaba desenfrenada en todo el mundo en 2020 y que socavó la respuesta al Covid-19, amenazó la recuperación global y contribuyó al retroceso democrático.

Transparencia Internacional afirma que 2020 ha demostrado que Covid-19 no es solo una crisis de salud y económica, sino también una crisis de corrupción.

En lo que respecta a la atención médica en particular, la corrupción adopta muchas formas, como soborno, malversación, sobreprecio y favoritismo. Los informes de corrupción han aumentado desde que estalló la pandemia y se perdieron innumerables vidas debido a que el problema socavó una respuesta global justa y equitativa. Los países con una alta inversión en atención médica tendían a tener un mejor desempeño en el índice y la corrupción desviaba dinero de los servicios esenciales. Los gobiernos que vieron niveles más altos de corrupción, independientemente del desarrollo económico, tendieron a invertir menos en sus sistemas de salud.

En 2020, los países con el nivel más bajo percibido de corrupción en el sector público fueron Dinamarca y Nueva Zelanda con una puntuación de 88, seguidos de Finlandia, Singapur, Suecia y Suiza. En el extremo opuesto del índice, Sudán del Sur y Somalia obtuvieron solo 12 puntos, lo que los convierte en los peores. Siria, Yemen y Venezuela también se encuentran entre los países con puntajes más bajos.

España ocupó el puesto 32 con una puntuación de 62.

Estados Unidos solo ocupó el puesto 25 con un puntaje de 67, su peor desempeño desde 2012. Transparencia Internacional atribuye esto a su paquete de ayuda Covid-19 de $ 1 billón sin precedentes que “generó serias preocupaciones contra la corrupción y marcó un retroceso significativo de las normas democráticas que promueven la rendición de cuentas Gobierno."