Cuando nos suprimen esta parte del cerebro, dejamos de ser egoístas y tomamos decisiones que beneficen también a los demás

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Capitalbolsa | 17 nov, 2021

Muchas teorías del comportamiento económico ignoran la existencia de motivación prosocial en los seres humanos. Se cree que las personas persiguen intereses exclusivamente egoístas y no están interesadas en tomar decisiones que también beneficien a los demás. Sin embargo, la investigación neurocientífica demuestra que este no es el caso.

Por ejemplo, al interactuar con un extraño, es más rentable para un individuo asignar recursos de cualquier manera que le permita ganar tanto como sea posible. Pero es más probable que las personas conocidas cooperen, incluso cuando no hay castigo por el egoísmo. Así funciona nuestro deseo de cooperación y justicia, probablemente inherente.

Egoísmo y cooperación

Los investigadores saben que la corteza prefrontal dorsolateral derecha está involucrada en la elección entre el interés propio y la motivación prosocial, pero todavía no está del todo claro qué comportamiento exacto se desencadena por la activación de esta área. En algunos estudios, la supresión de la actividad de la región condujo a un comportamiento prosocial, mientras que en otros resultó en una búsqueda activa de intereses egoístas. En algunos casos, no produjo ningún efecto.

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