Cancelaciones de vuelos previos a vacaciones, ¿qué hacer?
Después de un par de años complicados, el sector del turismo y de los viajes en general ha vuelto a ganar fuerza. En 2023 se están haciendo más vuelos que en 2022, y quizás incluso más que en 2019.
A pesar de ser un indicio positivo de que las personas tienen un gran interés y mayores posibilidades de viajar, tiene un punto negativo grave: el número de reclamaciones por incidencias aéreas ha crecido.
Por ahora se han registrado más reclamaciones que las contadas en 2019 en las mismas fechas. Debido a esta tendencia preocupante, los mismos viajeros deberían informarse con antelación para saber qué hacer en caso de verse afectados. Esta información será útil para reclamar un vuelo retrasado y otros incidentes comunes.
Los incidentes por parte de las aerolíneas
Las aerolíneas tienen una gran parte de la responsabilidad en los incidentes más comunes que afectan a los viajeros. Casos como los retrasos, las cancelaciones de última hora y la pérdida de equipaje se deben a una mala gestión que terminan por pagar los clientes. A pesar de que esto podría entrar en un margen de error razonable, el problema es que sucede con demasiada frecuencia.
Los retrasos y cancelaciones
Esta tendencia se ve reflejada en el incremento sustancial de casos como los retrasos y las cancelaciones sin aviso. Y este tipo de incidentes no debería ocurrir, especialmente porque existen regulaciones que explican cómo proceder para no afectar a los pasajeros. La regulación indica que se debería avisar al menos 14 días antes, pero no está sucediendo de esta manera.
Es cierto que entran en juego factores que no están bajo el control de la aerolínea, como podrían ser el clima desfavorable y problemas que afecten el aterrizaje en el lugar de destino. Sin embargo, estamos hablando de casos que entran en la completa responsabilidad de la empresa, y la misma actúa con negligencia.
El overbooking
Los otros casos más comunes son los de overbooking. Se trata de una mala práctica por parte de las aerolíneas que consiste en vender una mayor cantidad de boletos de los que están realmente disponibles. Se hace con la esperanza de que algún viajero cancele su viaje o no se presente, de manera que se aproveche siempre la mayor cantidad posible de asientos en un vuelo.
Además de ser una práctica cuestionable, pone al viajero en una posición incómoda si el día de su vuelo se encuentra con que no puede embarcar en el avión correspondiente. Lo que se suele hacer en estos casos es ofrecer un vuelo lo más cercano posible, pero sigue siendo incómodo y no soluciona el problema.
La pérdida de maletas es el otro incidente más común. Es grave porque incomoda mucho al viajero al verse obligado a reponer parte del equipaje al llegar, sin mencionar la pérdida de objetos valiosos o indispensables para el viaje. En ocasiones, no es posible recuperar los objetos perdidos por ser personales o demasiado difíciles de adquirir.
El modo de actuar: insistir y buscar ayuda
Lo primero es entender que estos incidentes son tan comunes que no está de más tomar acciones preventivas o que faciliten el proceso al momento de hacer una reclamación. Por ejemplo, guardar toda la documentación como las facturas sería útil para que la aerolínea indemnice los gastos asociados a los incidentes.
También hay que pensar que siempre hay posibilidades de reclamar un vuelo a la aerolínea. Lo normal es encontrar trabas, pero siempre se debería exigir soluciones a la empresa. Esto se debe a que el reglamento establece condiciones claras que protegen al consumidor.
El primero es el Reglamento Europeo 261 y establece una serie de indemnizaciones de 250 a 600 euros en función de la distancia, además de los gastos provocados. Este reglamento se centra en los retrasos, cancelaciones, adelantos y overbooking, siendo las incidencias más comunes.
En cualquier caso, lo más importante es insistir a la aerolínea para que te den una alternativa y llegar a tu destino. No hay prisa ninguna para interponer la reclamación; siempre se puede hacer a la vuelta y porque se establecen hasta 5 años de margen para hacerlo.
En cuanto a las incidencias con maletas perdidas, se usa el Convenio de Montreal. Es un convenio internacional que establece el pago de hasta 1.253 DEG (Derecho especial de Giro) por cada maleta perdida, lo que serían aproximadamente 1414 euros.
Aquí se declara como perdida una maleta pasados 21, pudiendo reclamar proporcionalmente por los días perdidos o incluso si aparece después. Además, también se podrá reclamar por los gastos ocasionados.
Para hacer estas reclamaciones es importante rellenar un documento PIR por persona y maleta, de manera que se pueda reclamar de manera individual. Una vez con este documento listo, se tendrá un plazo de hasta 3 años para reclamar.
Reclamar a Iberia o cualquier otra aerolínea es difícil por la cantidad de trabas artificiales que ponen las compañías y la cantidad de trámites a realizar.
Por eso, en la plataforma online Reclamación De Vuelos te ayudan a reclamar. No se piden adelantos y cobra solo una vez se gana el caso. Así se ha convertido en una de las principales plataformas españolas en defensa del consumidor.