"Atención hoy a los bonos y a los resultados de las grandes farmacéuticas americanas"
Javier Molina, analista senior de mercados de eToro
“Aquellos inversores que siguen el mercado de bonos por su naturaleza predictiva siguen observando cómo éstos continúan señalando una recesión, o al menos una desaceleración económica significativa. Sin embargo, la realidad de los datos actuales contradice esta predicción, lo que plantea dudas sobre la precisión de estas predicciones y su relevancia en el momento económico actual.
Los bonos a largo plazo suelen ofrecer tasas de interés más altas que los bonos a corto plazo, reflejando los riesgos e incertidumbres asociados con períodos más largos. Sin embargo, el cuadro presentado hoy muestra la realidad opuesta, pues los rendimientos a corto superan a los rendimientos a largo plazo, en lo que se denomina una inversión de la curva de rendimiento. Históricamente, esta condición se ha interpretado como un precursor de una recesión o una desaceleración económica significativa, ya que sugiere que el mercado espera que se reduzcan las tasas de interés a corto plazo para contrarrestar la desaceleración económica.
Sin embargo, esta inversión de la curva que ya acumula más de un año en esa situación sigue chocando con los excelentes datos del PIB real de Estados Unidos y los asombrosos números del empleo, que para nada muestran síntomas de recesión. Esto plantea la pregunta: ¿Se trata de una anomalía en la que el mercado de bonos puede estar equivocado, o los indicadores económicos tradicionales ya no reflejan con precisión la realidad económica?
Es importante entender la definición de recesión técnica: dos trimestres consecutivos de crecimiento negativo del PIB real. Sin embargo, esta definición no incluye la complejidad y las múltiples dimensiones de una recesión económica según la define la Oficina Nacional de Investigación Económica (NBER). Para el NBER, una recesión significa una disminución significativa y generalizada de la actividad económica, que afecta a una amplia gama de sectores y se manifiesta en indicadores clave como el PIB real, los ingresos reales, los niveles de empleo, la producción industrial y las ventas minoristas.
En 2022, experimentamos una recesión técnica, pero no una recesión completa según los estándares NBER. A pesar de que las recesiones pasadas estuvieron precedidas por rendimientos invertidos, los datos recientes del PIB real no sugieren una desaceleración económica.
Entonces… ¿de qué recesión se habla? La discrepancia entre las señales del mercado de bonos y los datos económicos actuales sugiere que podemos estar en un punto de inflexión económica donde los modelos predictivos tradicionales ya no son confiables. Si bien la curva de rendimiento invertida ha sido un indicador confiable en el pasado, el clima económico actual, influenciado por factores únicos como la expansión fiscal en USA, las tensiones geopolíticas o la aplicación masiva de la IA, podría cambiar la dinámica económica de maneras aún desconocidas.
Por lo tanto, incluso si una recesión no se refleja en los datos actuales del PIB real, la economía está entrando en territorio inexplorado y es posible que se produzcan cambios repentinos y significativos. Por lo tanto, los inversores deben permanecer atentos, interpretar los indicadores con cuidado y prepararse para condiciones económicas que puedan contradecir las expectativas basadas en patrones históricos”.