¿Una Europa a varias velocidades?
"Francia busca una refundación de la Eurozona tras la Crisis griega"; El País, 26-07. El artículo es muy interesante (), fijando desde el principio el aparente objetivo del Gobierno francés en esta "reforma" del EURO: crear una vanguardia de países que vayan más lejos frente a la Unión monetaria actual, hacia una "Unión fiscal y Social". De entrada, sigue, incluiría un salario mínimo e impuesto de sociedades armonizado.
Considerando lo anterior, la pregunta es inevitable: ¿estamos hablando
de una Europa de transferencias?. Ya saben que Alemania, probablemente
otros países que tendrían que transferir regularmente recursos a los
países más pobres, se ha negado en redondo a esta posibilidad. Como
dijo en su momento el ex Presidente de la Comisión Jacques Delors:
"Alemania es reacia a compartir riesgos, pero Francia a compartir
soberanía". El caso es que el Gobierno francés parece inclinado ahora,
en principio, a compartir esta soberanía a través de la creación (a
futuro) de una política económica común, un Fondo Monetario Europeo y la
unión bancaria llevada a sus últimas consecuencias (garantía común de
depósitos). ¿Todo esto sin cambios en el Tratado? Con el tiempo,
naturalmente.
Es evidente que la Crisis de Grecia ha abierto los
ojos a una clase política europea que confiaba en que la mera existencia
del EURO llevaría implícita el objetivo final de Convergencia (fíjense
que lo he escrito con mayúsculas). La Crisis económica ha puesto las
cosas en su sitio, cuando la Crisis política en algunos países, la
debilidad política en la mayoría, ha dejado claro que las obligaciones
que conlleva el objetivo de convergencia económica pueden ser
cuestionadas. Y con ello la convergencia fiscal y hasta la financiera.
Es precisamente todo esto lo que más me llama la atención con respecto a
la propuesta francesa: ¿cómo lograr la integración social con países de
estructuras económicas tan diferentes?¿y la integración fiscal con
situaciones tan diferentes en las finanzas públicas? Por no hablar de
llevar a último término la integración financiera ya iniciada.
Ayer
un comité de asesores del Gobierno alemán se mostraron a favor de crear
un mecanismo para facilitar la insolvencia soberana de países dentro
del Euro...¿no hay algo similar con respecto a la banca?. Pero, con la
diferencia de que el mecanismo de resolución de crisis bancarias
descansa por el momento en los países. Muchos ya vieron que esta
decisión no rompía el círculo vicioso entre los riesgos del sistema
financiero y el riesgo soberano. Aunque la mejora económica y las
medidas del ECB matizaron mucho este debate, hasta hacerlo desaparecer.
Pero
el comité de expertos alemán también considera que, además de la
insolvencia, se debería también dejar la puerta abierta de forma legal a
la salida de un país de la zona.
¿Convergencia fiscal? Es complicado
a través de las propuestas anteriores que defiendan una política fiscal
común y transferencias de riesgo.
Pero, como dicen algunos
economistas, sin integración no hay unión. ¿Integración económica? Me
temo que si se quiere hacer sostenible el EURO en el tiempo, esta es
obligada. La experiencia desde la creación del EURO ha mostrado que la
convergencia económica entre países "ricos" y "pobres" ha sido limitada e
inestable. De aquí la demanda de reformas estructurales, políticas de
oferta, para aumentar el crecimiento potencial de estas economías. Y,
como contraprestación, se podría hablar de una cierta aproximación a la
obligada Unión fiscal. Pero esto tampoco estará exento de riesgos,
especialmente en un contexto de debilitad política europea y creciente
protagonismo del peso nacional frente al europeo. Por esto me parece más
llamativa la propuesta francesa: ¿una política económica común? ¿cómo
sería compatible con la obligada convergencia económica?. Sí, sólo queda
hablar de integración política. Pero, ¿viable a corto plazo? ¿a medio
plazo?.
El último, que yo sepa, en decantarse en este debate ha
sido el Ministro de economía italiano, Pier Carlo Padoan en una
entrevista en el FT durante el fin de semana. En su opinión, con el fin
de la irreversabilidad encima de la mesa, los meros ajustes ya no sirven
para aplacar el debate sobre el EURO. "Hace falta más integración".
Claro, hace falta más integración. Pero, los detalles quedan para el futuro. Y el futuro sigue siendo incierto.
Pero,
según el artículo anterior, la concreción de las propuestas francesas
podría ser ya durante el próximo otoño. A apenas unos meses de las
elecciones presidenciales en Francia. Y poco más de un año de las
alemanas. Difícil periodo para hablar de todo esto. Veremos.
José Luis Martínez Campuzano
Estratega de Citi en España