PETRÓLEO: ¿Otra temporada de "Jeques" contra gases de esquisto?
Norbert Rücker, Director de Economía e Investigación de Próxima Generación, Julius Baer
Algunos recordarán el episodio de “jeques contra gas de esquisto” del mercado petrolero. El escenario del mercado del viernes fue algo similar, ya que las naciones petroleras pronto tendrán que decidir si comienzan o posponen los aumentos de producción anunciados.
Existe cierta incertidumbre sobre cómo reaccionará el mercado al próximo giro en la política petrolera. Vemos un mercado petrolero bien abastecido con un estancamiento bastante pronunciado de la demanda en el mundo occidental y China, y aumentos continuos de la producción en las Américas. Los precios del petróleo se movieron hacia nuestros objetivos a corto plazo y, por lo tanto, hemos elevado nuestra visión a Neutral.
Hace algunos años, el mercado petrolero experimentó un período que los comentaristas categorizaron como un enfrentamiento entre los productores de petróleo de Medio Oriente y el negocio del gas de esquisto estadounidense, o en resumen, “jeques contra gas de esquisto”. A medida que la creciente producción de petróleo de esquisto conquistó el mercado, Oriente Medio, con su amplia capacidad y producción de bajo costo, se vio obligado a decidir entre mantener estable la producción, disfrutar de precios sólidos y perder participación de mercado, o aumentar la producción y mantener la participación de mercado pero a precios más bajos. La situación actual del mercado parece algo similar. Los precios del petróleo están bajo presión a medida que la demanda se estanca en segmentos clave en el mundo occidental y en China, mientras que la producción aumenta gradualmente en las Américas. Una diferencia clave es la actitud del negocio del petróleo de esquisto. Hoy se centra en las ganancias en lugar del crecimiento para evitar los intensos ciclos de auge y caída del pasado. Sin embargo, las naciones petroleras manifestaron su intención de reducir sus restricciones de producción a finales de este año y estos barriles adicionales deberían más bien sumarse a la presión sobre los precios. Una postergación de la flexibilización de la producción en curso parece factible. ¿Cómo reaccionaría el mercado? Algunos podrían señalar la restricción prolongada, otros podrían señalar la capacidad excedente prolongada y sustancial. Cualquiera sea la narrativa que prevalezca, el elemento decisivo en última instancia parece ser la proyección sobre el crecimiento de la demanda mundial de petróleo. Dada la persistente inflación de los precios al consumidor en Estados Unidos y los desafíos económicos actuales en China, combinados con su rápida transición energética, vemos un mayor estancamiento en la demanda mundial de petróleo. La geopolítica candente y las preocupaciones relacionadas con la oferta que laten a fuego lento hasta ahora han apuntalado los precios y eclipsado los fundamentos que subyacen a la decisión de política petrolera pendiente de los países petroleros. Mientras tanto, los precios han caído hacia nuestros objetivos a corto plazo y, en consecuencia, elevamos nuestra perspectiva a Neutral. De cara a 2025, vemos precios cada vez más bajos, al igual que el propio mercado, como lo demuestra la curva de futuros con pendiente descendente.