ORO: La geopolítica aumenta el estado de ánimo alcista

Carsten Menke, director de investigación de próxima generación, Julius Baer

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Capitalbolsa | 02 oct, 2024

El contraste entre los mercados del petróleo y del oro no podría ser más marcado. Si bien el petróleo parece no reaccionar a las tensiones crecientes en Oriente Medio, sí está alimentando aún más el estado de ánimo alcista en el mercado del oro.

Esto es así a pesar del hecho de que, desde una perspectiva histórica, el historial del oro como cobertura geopolítica es bastante pobre. No obstante, el contexto fundamental para el oro es sólido, con una demanda de refugio seguro que se recupera en previsión de nuevas reducciones de las tasas de interés y un resultado potencialmente adverso de las elecciones presidenciales de EE. UU. El posicionamiento especulativo extendido conlleva riesgos de retroceso a corto plazo, que, sin embargo, consideraríamos como oportunidades de compra a largo plazo.

Teniendo en cuenta la escalada del conflicto en Oriente Medio, el contraste entre los mercados del petróleo y del oro no podría ser más marcado. Si bien el petróleo se mantiene en niveles bastante bajos, el oro ha estado alcanzando nuevos máximos históricos durante los últimos días.

En primer lugar, se trata del estado de ánimo del mercado, que es muy deprimido en el caso del petróleo y muy eufórico en el caso del oro. Como indicación de ello, las posiciones especulativas netas largas en futuros de oro, es decir, las apuestas a un aumento de los precios por parte de los participantes especulativos del mercado menos las apuestas a una caída de los precios, se están acercando a máximos históricos.

En segundo lugar, se trata del contexto fundamental. La demanda de oro por parte de los buscadores de refugio seguro ha vuelto a aumentar durante el verano en espera de nuevas reducciones de los tipos de interés por parte de la Reserva Federal de Estados Unidos y otros bancos centrales. Supuestamente, las próximas elecciones estadounidenses también están fomentando la compra de oro por parte de los grandes inversores, que creen que, independientemente de quién llegue a la Casa Blanca, el dólar estadounidense se verá sometido a presión debido a la ampliación de los déficits fiscales y, en un caso extremo, a las dudas sobre su papel como moneda de reserva. Este es un contexto muy alcista para el oro, al que se suman las tensiones crecientes en Oriente Medio.

Sin embargo, lo que hay que destacar es el historial comparativamente pobre del oro como cobertura geopolítica. La evidencia histórica sugiere que, en lugar de ser una cobertura geopolítica, el oro es más una cobertura económica, en caso de que las tensiones geopolíticas tengan consecuencias económicas, como sucedió durante la segunda crisis del petróleo de 1979/80. Esta evaluación también está respaldada por la primera guerra del Golfo de 1991, que no elevó de manera duradera los precios del oro.

Por lo tanto, por ahora vemos la actual escalada de las tensiones en Oriente Medio como otro elemento que está alimentando el ánimo alcista en el mercado del oro. Como se señaló anteriormente, el camino de menor resistencia es hacia arriba, y por lo tanto nos atenemos a nuestra visión constructiva. El posicionamiento especulativo extendido conlleva riesgos de retroceso a corto plazo, que, sin embargo, consideraríamos oportunidades de compra a largo plazo.

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