Oro: De vuelta a los 2.000 dólares

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Capitalbolsa | 22 nov, 2023

El foco del mercado del oro ha vuelto a centrarse en la política monetaria estadounidense y el fin del ciclo de subidas de tipos. Las expectativas de los primeros recortes de intereses han mejorado el ánimo en el mercado del oro, elevando los precios a 2.000 dólares la onza.

Sin embargo, dudamos que la caída de las tasas de interés y los rendimientos de los bonos sean suficientes para elevar de manera duradera los precios del oro. Las perspectivas económicas generales de que no habrá recesión, que no habrá una rápida reversión de la política monetaria estadounidense y que no habrá tensiones sistémicas en el sistema bancario son argumentos en contra de precios más altos. Si bien los riesgos económicos están volviendo a aumentar, en estos momentos parecen estar más que bien reflejados en el mercado.

El foco del mercado del oro se ha desplazado nuevamente, de la guerra entre Israel y Hamás a la política monetaria estadounidense. Pero a diferencia de antes de la guerra, ya no se trata de tasas de interés estadounidenses más altas durante más tiempo, sino del pico del ciclo de alzas y de las expectativas del primer recorte de tasas de interés por parte de la Reserva Federal de Estados Unidos. Este cambio fue provocado por el reciente informe de inflación de Estados Unidos, que mostró aumentos de precios inferiores a los esperados, pero provocó una reacción desmesurada en los mercados financieros, sobre todo en el dólar estadounidense y los rendimientos de los bonos estadounidenses. En consecuencia, el oro volvió a subir hasta los 2.000 dólares la onza. Más allá del impacto del dólar y los rendimientos, atribuimos este repunte ante todo a un mejor humor entre los operadores a corto plazo en el mercado de futuros. Al mismo tiempo, también hemos sido testigos de un repunte de la demanda de inversión durante los últimos días. Queda por ver si esto es un efecto de contagio o si refleja una demanda genuina de refugio seguro. Por ahora, optaríamos por lo primero en lugar de lo segundo, ya que, en nuestra opinión, las perspectivas económicas generales no justifican un aumento en la demanda de refugio seguro. ¿Está justificada la mejora del ánimo del mercado? Lo dudamos. El pasado ha demostrado que la caída de las tasas de interés y los rendimientos de los bonos no son suficientes para elevar los precios del oro de manera duradera. El período comprendido entre 1980 y 2000 sirve como ejemplo. No sólo estaban cayendo los rendimientos de los bonos, sino también la demanda de refugio seguro y los precios del oro. Es cierto que este período también se caracterizó por ventas a gran escala por parte de los bancos centrales, mientras que ahora nos enfrentamos a fuertes compras. Dicho esto, en general mantenemos nuestra opinión de que las perspectivas económicas de que no haya recesión, que no haya una rápida reversión de la política monetaria estadounidense y que no haya tensión sistémica en el sistema bancario son argumentos en contra de los precios más altos del oro. Es cierto, sin embargo, que los riesgos económicos están volviendo a aumentar, pero en estos momentos parecen estar más que bien reflejados en el mercado. En este contexto, todavía vemos más desventajas que ventajas.

Carsten Menke, director de investigación de próxima generación, Julius Baer

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