El oro se encuentra en una "fase alcista sigilosa"
Los precios del oro subieron el jueves después de dos sesiones consecutivas de pérdidas, con problemas geopolíticos, compradores occidentales y la demanda de los bancos centrales ayudando a impulsar los precios a un nuevo récord.
Múltiples factores han contribuido a impulsar el precio del oro al alza “durante esta fase alcista sigilosa”, dijo a MarketWatch Peter Spina, fundador y presidente del sitio web para inversores GoldSeek.com.
“Las cuestiones geopolíticas siguen siendo dominantes, y el mes pasado, los inversores occidentales en oro pasaron de vender a comprar, lo que ha provocado un movimiento de desdolarización”, afirmó. “Tanto los bancos centrales como los particulares están acumulando reservas de seguridad en tiempos de incertidumbre”.
“No hay duda de que las presiones crecientes derivadas de deudas y déficits que se han disparado también son uno de los principales factores”, afirmó Spina. “Los gobiernos están gastando en exceso y ya se sabe cómo se gestionará esto en el futuro. Será necesario imprimir cada vez más dinero para gestionar estas enormes cargas de deuda”.
El oro subió 22,50 dólares, o 0,9%, para cerrar en 2.560,30 dólares la onza en Comex, después de haber llegado a cotizar a 2.562,20 dólares. Los futuros del oro marcaron su 32º máximo histórico del año, superando el récord anterior de 2.555,20 dólares del lunes.
Los inversores también han seguido apostando a que la Reserva Federal empezará a recortar los tipos de interés tan pronto como el mes que viene.
“A corto plazo, los mercados se preguntan cuántos recortes de tasas se producirán, pero las expectativas son de recortes de tasas que ayuden a hacer que el oro sea más atractivo”, dijo Spina.
Los datos publicados el jueves muestran que la economía estadounidense creció a un ritmo anual del 3% en el segundo trimestre, en lugar del 2,8% estimado originalmente. Mientras tanto, el índice básico de gastos de consumo personal se revisó ligeramente a la baja hasta un aumento del 2,8% desde la estimación inicial de un aumento del 2,9%.
"Con la caída de la inflación en los datos del PCE, la perspectiva de un aterrizaje suave sigue impulsando el mercado de valores", dijo Adrian Ash, director de investigación de BullionVault. "Los operadores de oro también apuestan a que la Fed recorte drásticamente las tasas para fin de año, incluso después de la revisión al alza del crecimiento del PIB del segundo trimestre".
A principios de esta semana, el índice de confianza del consumidor estadounidense subió a 103,3 para este mes, desde un 101,9 revisado en julio. El informe de la Conference Board de esta semana "dijo que los consumidores no temen una recesión en el futuro cercano", señaló Ash. Sin embargo, los precios del oro, que están rozando nuevos máximos históricos, indican que "los inversores podrían querer cuestionar esa perspectiva".
En general, los mercados están “un poco nerviosos sobre cuán fuertes o débiles serán los panoramas de la economía, el empleo y la inflación”, dijo Spina de GoldSeek.com.
“Es posible que unos números más sólidos frenen este mercado alcista dorado, pero no hay muchos indicios de que el modo alcista sigiloso vaya a terminar pronto”, afirmó.
Es probable que el repunte del oro “se acelere a medida que los inversores tradicionales empiecen a prestarle más atención”, añadió Spina. Los precios de más de 3.000 dólares “siguen siendo una posibilidad durante los próximos meses antes de que se produzca una corrección más prolongada y sostenible”.
Durante la semana, los futuros del oro cotizaron ligeramente al alza, un 0,5% más que el cierre del viernes pasado.
“El metal amarillo se ha visto en una especie de tira y afloja entre las compras de los bancos centrales, que siguen siendo favorables, y un apetito de riesgo relativamente firme”, dijo Michael Brown, estratega de investigación sénior de Pepperstone, en un comentario de mercado enviado por correo electrónico.
"Naturalmente, los fanáticos del oro buscarán un informe de empleo débil la próxima semana, que probablemente haría que el mercado descuenta de manera más agresiva un recorte de 50 puntos básicos en la Fed en septiembre, para brindar más apoyo a cualquier posible repunte", dijo. Los datos mensuales de empleo de EE. UU. se publicarán el 4 de septiembre .
"Si bien una revisión agresiva de los precios actuales excesivamente ambiciosos del mercado puede representar vientos en contra para el complejo de metales preciosos, es probable que se necesite un quiebre de cierre por debajo de los $2,500 [la onza de oro] antes de que los bajistas tengan la convicción de volver a entrar en la contienda", dijo Brown.