Que no cunda el pánico. "Los intereses después de la inflación serán negativos durante la próxima década"
Moisés Romero
Actualizado : 08:47
Muy preocupados por la inflación, a pesar de que hemos sido advertidos por los mejores gurús del mercado desde finales del año pasado ¿Hay que seguir preocupados? ¿Qué pasará con mis hipotecas, con las deudas de Estados, empresas y familias?
La Reserva Federal gestiona la evolución de precios de manera que la desinflación vigente hasta hace muy poco no se conviertiera en deflación y obligara a los agentes económicos, empresas y consumidores, a modificar su comportamiento y decisiones de inversión y consumo. Eso sí sería inquietante. Alan Greesnpan, presidente de la FED entre 1987 y 2006, ya entendía que el nivel de precios en sí no es tan significativo como lo es la reacción de la gente ante las fluctuaciones y los cambios de expectativas: «Price stability is that state in which expected changes in the general price level do not effectively alter business or household decisions».
"Son palabras extraídas del Comité de Mercados Abiertos -FOMC- del día 3 de julio de 1996. Explican la política y comunicación pro-inflacionista de las autoridades, tratando de evitar sensación de estar en camino hacia la deflación, modificando incluso su política de control de precios (tal como anunció el 27 de agosto en Jackson Hole) y haciendo saber a la gente que dejará correr los precios más allá del umbral sin necesidad que actuar subiendo tipos, por ejemplo", escribía Antonio Iruzubieta a mediados de octubre del año pasado
Ahora, los economistas de WH proyectan que el costo de los intereses después de la inflación será negativo durante la próxima década, pero el Tesoro no se ha fijado en una tasa nominal o real fija durante la próxima década. Si desea utilizar una analogía de hipoteca, entonces el Tesoro obtuvo una ARM.
Hanno Lustig@HannoLustig
Las autoridades monetarias quieren evitar un escenario de deflación a toda costa, pero además necesitan generar inflación de manera controlada y durante un tiempo suficiente como para que la erosión de la deuda se encargue de reducir el temerario nivel Deuda-PIB alcanzado.
La Trampa de liquidez, tantas veces aludida desde estas líneas, pero casi siempre esquivada e ignorada en los comunicados o declaraciones de las autoridades, es uno de los principales escollos y motivos de preocupación, ya que impide, de momento, que las montañas de masa monetaria y liquidez creadas se trasladen a precios.
La política monetaria está centrada en la gestión de la deuda y un escenario de deflación sería letal, en tanto que se dispara el volumen de deuda es obligado que su coste decaiga a mínimos (políticas de tipos de interés cero) mientras surge inflación que se encargue de deteriorar el valor del principal.
Mantener los tipos al 0% reduce al máximo el coste dela deuda y un supuesto de dejar correr la inflación, hasta digamos el 5%, durante 10 años de tipos cero se traduciría en la erosión directa de la deuda y reducción de su volumen a la mitad por arte de magia.
No es casualidad que más de $15 billones de deuda soberana global coticen en rentabilidad nominal negativa o que el patrón de comportamiento (a más deuda menores tipos) se repita de igual manera que lo hiciera en los años `30 y `40.
Los tipos bajos están para quedarse, la represión financiera continuará arruinando al ahorrador y deprimiendo la rentabilidad de los fondos de pensiones, las posibilidades de vida digna de los jubilados.
La represión financiera, tipos cero y ausencia de diferenciales afecta de lleno a la situación de la banca, ya delicada viendo decaer también su negocio tradicional debido a la irrupción de las nuevas tecnologías (blockchain, fintech) que permiten la creación de nuevos actores, (crowdfunding, crowdlending), añadía Antonio Iruzubieta a mediados de octubre del año pasado
twitter.com/moisesssromero @MoisesssRomero
Moisés Romero-Lacartadelabolsa