Perspectivas de los mercados para el segundo semestre de 2024. Algunas ideas clave.

Alexis Bienvenu, gestor de fondos de La Financière de l'Echiquier (LFDE)

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Capitalbolsa | 05 ago, 2024

Actualizado : 08:17

Durante el primer semestre, los valores de gran capitalización con crecimiento sostenido atrajeron a los inversores, mientras que los de pequeña capitalización con descuento sufrieron exactamente el efecto contrario. Para el segundo semestre, es improbable que esta tendencia entre tamaños de capitalización continúe indefinidamente, ya que el descuento de valoración entre las pequeñas y las grandes capitalizaciones ha alcanzado niveles históricos, y se ha invertido varias veces en el pasado. Además, la inflación parece estar en gran medida bajo control, lo que debería animar a los bancos centrales a relajar su política. Esta evolución podría beneficiar a las pequeñas capitalizaciones. Sin embargo, dado que el contexto político sigue siendo inestable, sobre todo en Francia, es posible que la desconfianza hacia las pequeñas empresas y las empresas con descuento persista aún durante algunos meses.

Aunque la evolución previsible de los tipos de interés hace pensar que el segundo semestre del año será más bien favorable para la renta variable europea, las incertidumbres políticas, principalmente las elecciones presidenciales estadounidenses, podrían alterar el contexto. Además, el crecimiento estadounidense parece mostrar signos de debilidad, lo que podría repercutir en el sentimiento del mercado en Europa.

Por tanto, adoptamos una postura equilibrada sobre la renta variable europea: relativamente favorable, pero no en exceso, dadas las incertidumbres políticas. En particular, nos centramos en la renta variable europea domiciliada fuera de la zona del euro: Gran Bretaña, Suiza y Escandinavia. La exposición a Francia merece vigilancia, en un contexto en el que la trayectoria de la deuda del país no se ha estabilizado, y podría dar lugar a tensiones con la Unión Europea, así como a rebajas por parte de las agencias de calificación.

En cuanto a EE. UU., somos más cautos con la renta variable estadounidense que con la europea, dada su elevada valoración y las incertidumbres políticas. Además, el mercado laboral ha enviado señales de fragilidad.

Al mismo tiempo, los valores tecnológicos ofrecen un potencial de crecimiento muy atractivo. Por lo tanto, seguimos invertidos, pero con vigilancia, y con preferencia por los grandes valores de "calidad". Sin embargo, en caso de que se invierta el sentimiento sobre los valores tecnológicos, la corrección podría ser significativa, habida cuenta de las ganancias pasadas. En nuestra opinión, la exposición a los valores tecnológicos no debería acentuarse mucho.

Por último, nuestra exposición al mercado español no es muy significativa, pero estamos observando que la trayectoria fiscal y económica de España está siendo alentadora. Este sería un motivo para favorecer a los valores españoles con una elevada exposición nacional.

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