La política retorna al escenario

Análisis Santander Private Banking

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Capitalbolsa | 18 abr, 2017

En lo que respecta al ciclo, los datos macroeconómicos continúan dando muestras de aceleración de la actividad, tanto en las economías desarrolladas como en las emergentes. Además, esto se está materializando de manera sincrónica, característica que venía permaneciendo detrás del telón a lo largo del último ciclo expansivo. Hasta ahora, siempre que habíamos presenciado un tirón de la economía, por ejemplo, estadounidense, el resto de regiones (zona Euro, Emergentes, etc.) no habían seguido este movimiento.

En parte, seguimos observando una discrepancia entre los registros más ligados al sentimiento (confianza empresarial, del consumidor, etc.), con un balance muy alentador en términos cíclicos, y aquellos más ligados a la actividad real (producción industrial, gasto del consumidor, etc.), que dan muestras de un dinamismo más moderado. No obstante, la perspectiva de una mayor fortaleza cíclica se ha visto reforzada a lo largo de las últimas semanas por el balance realizado por las distintas autoridades monetarias, que en sus distintos comunicados advertían sobre un esquema de riesgos más equilibrado. Unos bancos centrales para los que, después de la publicación de las actas de las últimas reuniones, se empieza a apreciar una mayor divergencia monetaria.

Así, aunque tanto para la Reserva Federal como para el Banco Central Europeo sigue vigente la percepción de que la reducción de los estímulos monetarios va a seguir siendo muy gradual, la Fed estaría empezando ya a barajar fechas para empezar a reducir el tamaño de su balance (en la actualidad superior a los 4,5 billones de dólares estadounidenses), mientras que el BCE señaló por boca de su presidente que el mantenimiento del actual nivel de estímulos es necesario para cumplir con los objetivos de la institución. Bajando a la esfera empresarial, las estimaciones para el ejercicio 2017 continúan apuntando a un crecimiento del beneficio por acción superior a los dos dígitos para los principales mercados desarrollados (en concreto, +12,6% en el Stoxx 600 y +11,9% en el S&P 500). Aunque no podemos descartar revisiones a la baja, en especial en el caso de EEUU (pensamos que están puestas en precio parte de las eventuales medidas fiscales de Trump), estaríamos ante registros que seguirían siendo un soporte fundamental para los activos de riesgo. A pesar de que las cuestiones mencionadas anteriormente nos hacen seguir manteniendo una visión constructiva para los activos de riesgo, la política se constituye en uno de los principales interrogantes del ejercicio. Varios son los frentes abiertos en este sentido.

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