Jarra de agua fría sobre los inversores: "Apenas hay nada que justifique la relajación de la política monetaria"
Axel Botte, Head of Market Strategy
“Jerome Powell mantiene vivas las expectativas de un alivio monetario en 2024. Sin embargo, una reducción de los tipos de los fondos de la Fed en marzo sería prematura, aunque un primer alivio podría llegar a través de una reducción del endurecimiento cuantitativo.
La economía estadounidense no parece requerir ningún estímulo monetario adicional. El sector manufacturero parece estar recuperándose. Las encuestas de enero sugieren que el ciclo manufacturero podría haber tocado fondo en octubre-noviembre. La mejora de la actividad, ya visible en Asia, se ha transmitido a Estados Unidos y Europa. Así, el indicador ISM manufacturero ganó 2 puntos, hasta 49,1, gracias a un claro repunte de los nuevos pedidos. Sin embargo, el coste de los insumos está aumentando, lo que sugiere que la inflación de los bienes debería reanudar su ascenso. La creación de empleo es astronómica, con 353.000 puestos en enero. La inmigración ayuda a cubrir los cerca de 9 millones de puestos vacantes. La tasa de desempleo se mantiene estable en el 3,7%. En este contexto, apenas hay nada, aparte de la inflación, que justifique una relajación de la política monetaria. Es la caída de la inflación lo que ha llevado a los participantes del mercado a cimentar un escenario de relajación monetaria. Este mensaje de la Fed está resonando en Europa. Al mismo tiempo, el aplanamiento de la curva de rendimientos y los beneficios de algunas megacaps estadounidenses están impulsando al alza los mercados bursátiles. Por una parte, el sector tecnológico sigue siendo un barómetro direccional para las acciones; por otro lado, otros sectores están dando buenas sorpresas (Energía, por ejemplo) que ayudan a financiar los planes de recompra de acciones. Las recompras en Estados Unidos ascienden a unos 200.000 millones de dólares por trimestre.
En la zona euro, la inflación se situó en el 2,8% en enero y en el 3,3% excluyendo los elementos volátiles. Los precios de la energía se ven afectados por los recortes de las transferencias públicas en varios países. El BCE vigila los salarios, lo que podría limitar el descenso cíclico de la inflación. El Banco de Inglaterra mantuvo los tipos sin cambios, allanando el camino para futuros recortes. El equilibrio de votos (1 voto de 9 a favor de un recorte, 2 a favor de una subida) sugiere que prevalece la indecisión en el seno del Comité de Política Monetaria. Las presiones inflacionistas internas vinculadas a la dinámica salarial siguen siendo el principal obstáculo para el alivio. El mercado de renta fija quiere subir, aunque la volatilidad sigue siendo elevada”.