Háganse rico como les digo, no como yo me he hecho
Creo que en alguna ocasión les he comentado la anécdota de una cena navideña con la familia de mi pareja, en la que mi cuñada, interesada en bolsa, me espetó sin mucha delicadeza: “No creo que sepas tanto de bolsa como haces ver. Si fuera así, no seguirías trabajando en bolsa”. Les diré algo, dejando a un lado que no fue una afirmación que me generó un excesivo espíritu navideño hacia mi cuñada, tenía razón.
Y es que, como dice Nick Maggiuulli, hay un pequeño problema entre los expertos en finanzas personales. Muchos de ellos se han enriquecido vendiendo consejos a otros en lugar de utilizar sus propios consejos. Es una rica ironía (juego de palabras intencionado) que la gente que te dice cómo generar riqueza, de hecho, no construyó su riqueza de la misma manera. Esto no implica que su asesoramiento financiero no sea útil, solo que no sabemos si es útil.
¿Por qué? Porque las finanzas personales es una de las pocas industrias en las que se puede parecer exitoso sin saber de qué se está hablando. Puede ser rico y no saber nada sobre administración de dinero. Sin embargo, esto no es cierto en la mayoría de las otras áreas de la vida.
Por ejemplo, búscame un culturista que no se ejercite o un músico de clase mundial que nunca haya practicado. Así es. No existen. La prueba de trabajo para ser un culturista legítimo o un músico increíble es demasiado alta para ser falsa. Incluso aquellas personas que toman atajos (es decir, esteroides para culturistas) todavía tienen que esforzarse para ver resultados.