¿Se ha iniciado una tendencia bajista en las bolsas de la que los inversores aún no son conscientes?
Actualizado : 09:16
En este espacio hemos advertido que un mercado bajista mayor podría haber comenzado para los activos de riesgo ante la inminencia de una recesión (que se ha pospuesto por lo menos durante dos años). Dichos activos de riesgo incluyen a las acciones, divisas débiles como el peso y criptomonedas, entre otros. Pero no somos lo únicos con este pronóstico.
El influyente banco de inversión Goldman Sachs hizo también ya un cambio drástico en la percepción de riesgos económicos y de mercado, con un notable giro hacia una postura más negativa.
Tradicionalmente conocido por su optimismo en Wall Street, el equipo de investigación de ventas de Goldman, liderado por su economista jefe Jan Hatzius, sorprendió con su reciente aumento en la probabilidad de una recesión en los próximos 12 meses, elevándola de un 10% a un 25%.
Para comprender la magnitud de esta advertencia, hay que recordar el último ajuste significativo en las proyecciones de recesión de Goldman. En julio de 2022, cuando la probabilidad de recesión se incrementó al 15%, el mercado experimentó uno de los desplomes más severos desde la crisis provocada por la pandemia de COVID-19.
En línea con esta perspectiva, los analistas de Goldman emitieron una recomendación sin precedentes: la implementación de operaciones en corto, con un enfoque particular en sectores vinculados a la Inteligencia Artificial (IA).
Louis Miller, analista del banco, destacó que la incertidumbre actual en torno a la IA, junto con factores como la geopolítica, las elecciones en Estados Unidos, la economía estadounidense y la microestructura del mercado, ha creado un entorno donde los riesgos están subestimados, razón por la cual aún no se reflejan adecuadamente en los precios del mercado.
Miller argumenta que, aunque el “momentum” que atravesamos ha sido históricamente volátil, al mismo tiempo este año ha mostrado una resistencia sorprendente a los retrocesos severos prolongados. No obstante, Goldman sostiene que este fenómeno es temporal y anticipa una corrección significativa mayor en el rendimiento de la IA.
En su análisis, el banco señala que la sobrevaloración de los activos relacionados con la IA ha alcanzado niveles insostenibles, representando actualmente cerca del 40% del índice S&P 500, en comparación con el 25% observado cuando ChatGPT fue lanzado.
La correlación entre el “momentum” del mercado y la IA ha alcanzado niveles alarmantemente altos, lo que refuerza la tesis de que el sector tecnológico, y en particular la IA, está en riesgo de experimentar un fuerte colapso abrupto, profundo y hasta prolongado.
Coincidimos con el análisis de Goldman Sachs en cuanto a que la burbuja tecnológica, impulsada principalmente por la “moda” de la inteligencia artificial, ha llegado a su punto de quiebre. De hecho, esta burbuja, que ha provocado una fuerte valorización de acciones tecnológicas vinculadas a la IA, nos recuerda a la explosión de la burbuja de las “punto-com” a finales de los años 90.
Empresas como NVIDIA y otras que conforman las "siete magníficas" han experimentado un crecimiento similar al que en su momento tuvo por ejemplo Cisco Systems, pero que, como en aquella ocasión, puede estar cerca de una corrección severa.
Todas las burbujas tienden a seguir un patrón similar, es decir, un disparo en los precios a niveles inimaginables, seguido de caídas que muchos consideran oportunidades de compra.
Sin embargo, en este caso, creemos que si la burbuja realmente ha estallado, no es el momento para entrar en el mercado a mediano plazo con expectativas de recuperación rápida. Más bien, podría ser prudente limitarse a especulaciones a muy corto plazo, ya que es probable que los mercados continúen su tendencia bajista. No estaríamos frente a una simple corrección, sino ante un posible cambio de tendencia hacia un mercado bajista (bear market).
La IA ha sido sobrevalorada
Este entonces es un mensaje de advertencia para los inversores: no deberían precipitarse en volver a apostar con fuerza en el sector tecnológico o depositar demasiadas esperanzas en la inteligencia artificial. Aunque la IA tendrá sin duda aplicaciones importantes en el futuro, consideramos que su impacto ha sido sobrevalorado en el corto plazo.
Las expectativas de rápidos avances tecnológicos y eficiencias inmediatas en las empresas han sido exageradas, al igual que las profecías apocalípticas que predicen un colapso masivo del empleo debido a la automatización.
Los inversionistas deben ser cautelosos y evitar caer en la trampa de considerar las caídas como oportunidades de compra, ya que la tendencia podría ser más negativa y prolongada de lo que muchos anticipan.
La clave, en cambio, queda en concentrarse durante el futuro próximo en activos refugio como el oro, el dólar y los bonos del Tesoro estadounidense.
Fuente: Guillermo Barba.