Es peligroso dar por descontada la victoria de Macron

Las encuestas sugieren que Emmanuel Macron ganará la segunda vuelta de las elecciones francesas, pero sería peligroso darlo ya por descontado. La participación en la segunda vuelta podría ser baja si la gente piensa que es una conclusión inevitable, por ejemplo.

O Marine Le Pen podría ganar más votos de los candidatos derrotados que Macron, sobre todo porque el candidato de izquierdas Jean-Luc Mélenchon aún no ha apoyado a ninguna de las partes.

Si jugar con fuego en política significa cualquier cosa, esto era. Mélenchón habló despectivamente de ambos, como si no pudiera o no quiera ver la diferencia. Anunció que su movimiento de izquierda radical, France Unbowed, organizaría una "consulta" en línea diseñada para determinar su posición antes de la segunda vuelta. Era tan desconcertante como vergonzoso. Y fue un intento deliberado de negar o minimizar lo que ahora está en juego.

Sin embargo, la elección de Francia ahora no puede ser más clara: un mensaje abierto y liberal frente a un discurso cerrado, iliberal. Una plataforma de inclusividad frente a una de fanatismo y odio nacionalista. Una promesa de fortalecer el proyecto europeo a través de la reforma frente a una promesa de cerrar las fronteras, introducir el proteccionismo y retirarse de las estructuras euroatlánticas. También es una elección entre un candidato que critica resueltamente al presidente Putin y su visión del mundo, y uno que constantemente se inclina al autócrata ruso y ha sido financieramente dependiente de sus redes.