El BCE saca el bisturí
Santander Private Banking
El próximo jueves llega la esperada reunión del BCE donde se prevé que especifique la formulación de su programa de compra de activos (PSPP) para 2018. En la misma, la señalización del volumen final de compras puede ser más importante que el flujo de compras mensual que adopte a partir de enero.
Y es que no sería la primera vez que explicita un objetivo sobre el tamaño de su balance: en 2014, cuando los vencimientos de las LTRO provocaron una reducción del balance del BCE, Draghi anunció que el objetivo de las nuevas medidas era que el balance del BCE alcanzase el mismo tamaño que en 2012. La señalización de que el PSPP se alargara en el tiempo afectaría a las expectativas de tipos de interés.
El BCE, según su orientación actual, no prevé alterar los tipos hasta que haya pasado un tiempo sustancial (“well past” en inglés) tras el final de las compras netas del PSPP. Al prolongar el periodo de compras se retrasarían las expectativas de subidas de tipos. La consecuencia sería que se contendría la apreciación del euro.
En este sentido, cobra interés una posible orientación sobre el significado de las palabras “well past”. Si se explicita que “well past” significa un periodo de tiempo mínimo de, por ejemplo, seis meses se podría fortalecer la idea de que los tipos se mantendrán en estos niveles durante un periodo prolongado.
La experiencia de la Fed ilustra las dificultades que pueden generarse si la definición de estas palabras se retrasa. La Fed especificó en 2014 que esperaba que los tipos se mantuviesen en sus niveles actuales durante un periodo de tiempo considerable. En marzo de ese año Yellen sugirió que “periodo considerable” significaba unos seis meses. Estas declaraciones provocaron un adelanto de las expectativas del mercado sobre los tipos: el tipo a dos años reaccionó a estas palabras con un repunte de 10 pb el día de la reunión.
Finalmente, no se cumplió el anuncio: los tipos se subieron un año después de que se eliminase la referencia “considerable time” en su discurso. El BCE, para evitar una especulación similar podría especificar pronto el significado de esas palabras. De esta manera se reforzaría el objetivo de que los cambios en el PSPP que se anuncien en octubre tengan un acento acomodaticio.