Con o sin sentencia, acabemos con las licencias de taxi

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Capitalbolsa | 29 dic, 2017

El Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) ha dictado finalmente sentencia sobre el caso Uber: a su entender, la compañía estadounidense es una empresa de transportes y, por tanto, debe someterse a la legislación estatal propia de este sector. Punto final: Uber no puede operar sin licencias en aquellos países en los que la normativa estatal así lo requiera.

La tesis de fondo es prácticamente calcada a la que hace meses ya expuso el abogado general del TJUE. Pero, tanto entonces como ahora, las consignas autojustificativas que el gremio del taxi articula a raíz de la sentencia continúan siendo muy pobres. Por dos razones: primero, Uber no es una empresa de transporte por mucho que el TJUE sea incapaz de entender su modelo de negocio; segundo, aunque Uber fuera una empresa de transporte, ello no avalaría el desastroso, restrictivo y oligopolístico sistema de licencias de taxi. Vayamos por partes.

¿Es Uber una empresa de transporte? No, en absoluto: y que el TJUE haya concluido que sí lo es sólo demuestra su escaso conocimiento sobre esta materia. Idealmente, Uber es una aplicación que pone en contacto a conductores particulares con usuarios que desean alquilar un vehículo con conductor: por tanto, quien proporciona el servicio de transporte es cada conductor particular, no Uber. Lo que sí hace Uber es coordinar a esos conductores y usuarios: y una parte crucial de su trabajo para lograr que esa coordinación sea exitosa pasa por solventar los problemas de asimetría de información que existen entre ambas partes (¿Qué tarifa me va a cobrar por el servicio? ¿El vehículo se halla en buenas condiciones? ¿El conductor es de fiar? ¿Peligra mi seguridad?, etc.). Por eso Uber coordina a conductores y usuarios regulando algunas de las condiciones básicas de prestación del servicio: como un mecanismo a priori de otorgarle al usuario la suficiente confianza como para que se decida a utilizar la aplicación que lo pondrá en contacto con un conductor fiable.

En este punto, pues, el TJUE mete gravemente la pata, dado que califica a Uber como empresa de transporte por ejercer “una influencia decisiva sobre las condiciones de las prestaciones efectuadas por estos conductores”. Pero Uber ejerce una influencia decisiva porque tal injerencia es imprescindible para que la coordinación se lleve exitosamente a cabo. Es como decir que eBay son unos grandes almacenes online por el hecho de que trate de evitar que los anuncios sean fraudulentos: no, eBay controla que los vendedores no engañen a los compradores para que su servicio de intermediación comprador-vendedor sea eficaz... Leer Más

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