Acción de Gracias por los mercados alcistas

Por Chris Iggo, CIO de AXA INVESTMENT MANAGERS, y presidente del AXA IM Investment Institute

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Capitalbolsa | 22 nov, 2023

“La narrativa macroeconómica está empezando a cambiar. A medida que el mercado ve llegar datos económicos más suaves y actualizaciones de la inflación, no parece creer que haya necesidad de un mayor endurecimiento de la política monetaria. El resultado es un mercado de bonos más alcista, aunque los tipos al contado sigan altos.

Los rendimientos subieron mucho en el segundo trimestre (Q2) y durante el Q3, por lo que podrían bajar más antes de que el estado de ánimo positivo se vuelva exagerado. Con pocas noticias de mercado en la agenda para lo que queda de 2023 -y las vacaciones acercándose- el rally de Papá Noel ha empezado temprano.

Los mercados de renta fija están haciendo lo que suelen hacer en noviembre: subir. Independientemente de que la evolución de los precios en los mercados financieros tenga algo que ver con los patrones estacionales, el rendimiento de noviembre de 2023 es bastante fácil de racionalizar. Los mercados, alentados por un informe sobre las nóminas más suave en EE.UU. y unas cifras de inflación ligeramente inferiores a las esperadas en EE.UU. y el Reino Unido para octubre, parecen haber adoptado la opinión de que la carga de probar que los intereses seguirán “más altos durante más tiempo" vuelve a recaer en los banqueros centrales. Para contradecir a los mercados en su creciente tentación de prever importantes recortes de tipos en 2024, la Reserva Federal estadounidense (Fed), el Banco Central Europeo (BCE) y el Banco de Inglaterra (BoE) tendrán que reiterar sus respectivas orientaciones políticas. De lo contrario, los mercados de renta fija podrían adelantarse a los acontecimientos. El ‘año del bono’ podría condensarse en dos meses.

Un análisis manteniendo la cabeza fría sugiere que el juego del gato y el ratón entre los inversores en renta fija y los bancos centrales continuará. A pesar de que los resultados de la inflación en octubre fueron inferiores a lo esperado, la inflación sigue siendo más alta de lo deseado. Además, los datos de crecimiento aún no son lo suficientemente débiles como para volver a situar la inflación a los niveles objetivo de los bancos centrales. Los precios de mercado para el BCE y el Banco de Inglaterra muestran un panorama sin cambios para el primero y una expectativa ligeramente mayor de una mayor relajación por parte del segundo. Recortes de tipos: sí, pero no a principios de año y sólo invirtiendo parcialmente las subidas de los dos últimos años.

La mitad de la mitad en Reino Unido

Es habitual oír la frase de que "la última milla será la más difícil" en la lucha por devolver la inflación a los niveles objetivo. La afirmación del Primer Ministro británico, Rishi Sunak, de que su gobierno ha reducido la inflación a la mitad es tan creíble como que yo me atribuya el mérito de los 13 campeonatos de fútbol de la liga inglesa ganados por Sir Alex Ferguson. Reducir de nuevo a la mitad la inflación en el Reino Unido, para volver al objetivo, podría resultar tan difícil como que el Manchester United gane otro título de liga en un futuro cercano.

Si las curvas de Phillips -que muestran la relación entre inflación y desempleo- son más planas de lo que han sido en el pasado, entonces hará falta un debilitamiento acusado de los mercados laborales para recorrer ese último tramo. Los banqueros centrales creen que esto es necesario, a menos, por supuesto, que el escenario de aterrizaje suave se produzca por una combinación de tendencias benignas en las materias primas, la energía, los precios de la vivienda y los salarios, junto con un gasto de consumo resistente. Por ahora, la mejor hipótesis es que los responsables de la política monetaria se mantendrán firmes, lo que significa que los tipos a corto plazo seguirán altos hasta 2024.

Sin embargo, esto no tiene por qué alejar a los inversores de la renta fija. Es improbable que los tipos suban y la reciente evolución de los precios de mercado ha demostrado que, si hay suficiente rentabilidad, hay demanda de renta fija. En cuanto a los bonos corporativos, nos encontramos en ese periodo del año en el que se ralentiza la nueva oferta. La liquidez se agota durante las vacaciones. La restricción del crédito ya está en marcha. La falta de oferta y la fuerte demanda de finales de año deberían ayudar al crédito tanto en los mercados de grado de inversión como en los de high yield.

Si en 2024 se va a producir un crecimiento más lento del PIB nominal y un cambio definitivo en las expectativas de tipos de interés, si no en los propios tipos de interés, entonces habrá claramente un telón de fondo más favorable para los bonos”.

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