Comentario Apertura III: "Hoy en Nvidia tiene la palabra"

Apertura plana en Europa en una sesión en la que la principal referencia la tendremos a nivel empresarial con los resultados después del cierre de Nvidia, el último de los 7 Magníficos en publicar sus cuentas 2T24, y que serán decisivos (¿solidez de la demanda de IA?) para determinar si continúa la recuperación de su cotización (+40% desde su mínimo del 5 de agosto y a menos de un 10% de su máximo histórico) o si prosigue la rotación desde segmentos de mercado más tensionados como son los 7 Magníficos hacia otros más rezagados como son los small caps (Russell 2000).

A nivel macro, continuamos con referencias que ponen de manifiesto la debilidad de la principal economía europea, con datos ayer en Alemania que muestran una confianza consumidora GFK por debajo de lo esperado ante el temor a un empeoramiento del mercado laboral en un contexto de estancamiento de la actividad económica, al confirmarse un PIB 2T24 final de -0,1% trimestral vs +0,2% en 1T, lastrado por inversión y consumo privado. Veremos si la economía alemana puede recuperar cierto tono en el segundo semestre, apoyada por el incremento en los salarios reales ante un descenso de la inflación que podría impulsar el consumo.

Por su parte, distintos miembros del BCE siguen ofreciendo su visión sobre la evolución de la política monetaria europea. Ayer fue el turno de dos "hawks" como Knot y Nagel, que consideran que las bajadas de tipos no se pueden dar por sentadas y que es necesario ver nuevos datos que confirmen el control de la inflación europea (viernes, IPC de agosto en la Eurozona).

En el plano político, Francia continúa sin formar gobierno, tras rechazar el presidente Macron a un candidato del bloque de izquierdas (que alcanzó 193 escaños en las elecciones vs 289 de la mayoría absoluta). Macron prefiere continuar con las consultas para alcanzar una coalición centrista, evitando los extremos, en la medida en que el candidato propuesto habría sido rechazado de forma inmediata por el resto de grupos políticos en un Parlamento altamente fragmentado. La dificultad de alcanzar un acuerdo entre las partes apunta a que el nuevo gobierno será débil y la incertidumbre se mantendrá elevada, complicando el cumplimiento de las reglas fiscales europeas y con ello cuestionando la sostenibilidad de las finanzas públicas francesas.