Nuestras previsiones de los próximos movimientos del BCE
Hugo Le Damany y François Cabau, economistas de AXA IM
Pocas dudas de un recorte de tipos de 25 puntos básicos en octubre. El dato preliminar de inflación de septiembre puso de manifiesto importantes caídas respecto a las previsiones del BCE publicadas apenas unas semanas antes.
Cabe destacar que la inflación subyacente se situó en el 2,7% interanual en el 3T24, mientras que las previsiones del BCE revisadas en septiembre situaban el 2,9% interanual. Dado que la sorpresa provino de los componentes principales, es probable que la caída se produzca al menos durante algunos trimestres.
Ante estos datos, pensamos que era suficiente con que el BCE decidiera un recorte de tipos de 25 puntos básicos en octubre (no se esperaba ningún recorte de tipos anteriormente en esa reunión), también desde que la presidenta Lagarde expresó una mayor confianza en el retorno oportuno de la inflación al objetivo en su declaración en el Parlamento Europeo. Isabel Schnabel, miembro del consejo del BCE históricamente agresiva, también se hizo eco de estos comentarios, al tiempo que destacó los vientos en contra del crecimiento y el debilitamiento de la demanda laboral, dejando clara la falta de voluntad para luchar contra los precios del mercado, que dan más del 90% de probabilidades de un recorte de tipos de 25 puntos básicos en la próxima reunión.
Ahora esperamos recortes consecutivos de 25 puntos básicos de los tipos de interés hasta llegar a un 2% en el primer semestre de 2025, con un sesgo a la baja. Con una desviación ya mínima de la inflación real con respecto al objetivo del BCE, creemos que el decepcionante impulso de la actividad acabará llevando al BCE hacia un sesgo de política más orientado hacia el futuro, dando menos peso -aunque es poco probable que desaparezca por completo- a su tríptico (salarios, productividad, coste laboral unitario) y justificando un aumento de la política restrictiva del BCE respecto a sus reuniones trimestrales de previsiones (nuestra expectativa desde septiembre de 2023).
Si bien nuestra tasa de política monetaria nominal revisada se ubicaría cerca del nivel neutral a finales de H1 25, sería significativamente más restrictiva que en los quince años anteriores. Por lo tanto, no podemos descartar que el BCE vaya con un ciclo de relajación más agresivo, ya sea de 50 puntos básicos en diciembre o de continuar durante más tiempo su ciclo de relajación en función de los datos, pero también del comportamiento de otros bancos centrales.
Aunque la sensibilidad de la inflación de la eurozona al euro tiende a ser pequeña, el BCE tendrá que ser consciente de su orientación relativa de la política monetaria, navegando con cautela por la abrumadora narrativa de flexibilización de la política monetaria en todas las principales economías avanzadas.
Por último, es probable que la COVID-19 y el shock inflacionario de 2022 y la respuesta política asociada hayan prolongado un ciclo de crecimiento que comenzó a mediados de 2013 y que aún no se ha revertido. Aunque no es una preocupación inminente, hay una destrucción neta significativa de empresas en la eurozona, mientras que el margen fiscal es muy limitado o inexistente entre los Estados miembros.