"Francia carece de dinamismo y de una brújula clara sobre sus orientaciones industriales"

Philippe Waechter, economista jefe de Ostrum AM (Natixis IM)

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Capitalbolsa | 28 nov, 2024

Durante mucho tiempo considerada como uno de los socios dinámicos en la construcción europea, el papel y estatus de Francia están hoy en discusión. Esta situación refleja tres hechos:

Francia no logra inscribirse en una dinámica cíclica de expansión suficientemente robusta. La principal preocupación es la falta de demanda en la industria. Francia carece de dinamismo y de una brújula clara sobre sus orientaciones industriales.

En segundo lugar, existe una desconfianza de las empresas extranjeras. Es necesario ir aún más lejos. Si las empresas extranjeras no desean invertir ahora, lo mismo podría suceder con las empresas francesas, que podrían considerar más adecuado invertir fuera del territorio francés para garantizar su desarrollo.

La incertidumbre provoca que los inversores no deseen asumir riesgos en activos franceses. Existen otras oportunidades en activos de España, Portugal o incluso Italia, donde la percepción de riesgo es menor.

La evolución de la situación en Francia dependerá, en los próximos días, de la evolución del procedimiento presupuestario. La Comisión Mixta Paritaria (CMP), compuesta por 7 diputados y 7 senadores, deberá encontrar un texto común que deberá ser validado por ambas cámaras. Esto podría parecer complicado, ya que, aunque podría haber mayoría en el Senado, no ocurre lo mismo en la Asamblea Nacional.

Si el texto pasa, el presupuesto puede finalmente implementarse. En este caso, las tensiones en los mercados no aumentarán, pero tampoco se disiparán completamente, ya que la cuestión de la estabilidad política seguirá abierta.

Si se vota una moción de censura, el Gobierno tendrá que dimitir y ocuparse únicamente de los asuntos corrientes mientras se espera un nuevo nombramiento. Este último escenario es el más peligroso. La duración asociada al riesgo de inestabilidad se prolongaría, aumentando la desconfianza hacia la economía francesa. Las empresas extranjeras seguirán sin tener intención de instalarse en Francia, y las empresas francesas podrían acentuar sus intenciones de invertir en el extranjero. Los inversores tampoco asumirán el riesgo francés para sus activos.

Respecto al gasto, este será un punto clave que examinarán los inversores. Francia tiene, en porcentaje del PIB, un exceso de aproximadamente 7 puntos de gasto público más que otros países de la zona euro. En el análisis de la sostenibilidad de la deuda pública, la cuestión del gasto es crucial. Es necesario transformar el déficit primario en un superávit primario del orden del 1 % del PIB, lo que implicaría ahorrar alrededor de 140.000 millones de euros en el déficit y, por ende, una gran parte en el gasto público.

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